La segunda generación del SUV mediano (ex GLK) llega con motor con 241 CV, tracción integral y caja automática de nueve velocidades.
En junio del año pasado, Mercedes-Benz presentó en Europa la segunda generación de su SUV del segmento D, el cual no sólo se diferencia por ser un producto completamente nuevo, sino también por ser parte del cambio de nomenclaturas de la marca alemana.
Es así que nació la inédita GLC, un modelo que llega al mercado argentino con una sola opción, la 300 4Matic Automática.
Su lanzamiento fue compartido -en un evento en el que asistieron periodistas, personalidades y amigos de la marca- con las renovadas GLA y GLE (antes Clase M), y con la nueva GLE Coupé.
La nueva GLC no tiene nada que ver con las líneas rectas de su antecesor, el GLK. Posee formas suaves y un estilo moderno y atractivo que incluye un frontal con generosa parrilla y ópticas con luces LED.
El paquete exterior Off-Road suma piezas de símil metal, protección de bajos delanteros y traseros y barras de techo longitudinales, mientras que las llantas de aleación tienen 19 pulgadas y neumáticos 235/55.
La carrocería con cinco puertas cuenta con 4656 milímetros de largo (120 mm más generoso que el GLK), 1890 de ancho (50), 1639 de altura (9) y 2873 de distancia entre ejes (118).
Por su parte, los colores para el exterior son nueve: azul cavansita, blanco polar, gris selenita, gris tenorita, marrón citrina, negro, negro obsidiana, plata diamante y plata iridio.
El diseño moderno se traslada también al habitáculo, donde abundan las líneas suaves y se destaca la presencia de la pantalla táctil tipo tablet presente en la consola central, así como las molduras de fibra de carbono, los tapizados de símil cuero, los asientos delanteros eléctricos y el volante multifunción.
El GLC está configurado con cinco plazas y posee una capacidad de baúl de 550 litros, volumen que se puede ampliar -mediante el asiento trasero rebatible- hasta los 1600 litros.
Incluye asientos delanteros con calefacción, espejos exteriores con antideslumbramiento automático y rebatibles eléctricamente, techo corredizo panorámico, ayuda activa para estacionar, cámara de 360 grados, asientos en simil cuero Artico, sistema Keyless Go, portón trasero con apertura eléctrca, apagado y encendido automático de motor, sistema multimedia Comand DVD con navegador, Media interface y pantalla táctil de 8”, climatizador automático bizona, Dynamic Select (cinco programas de conducción), Head-up display, etc.
Más detalles: Ficha técnica GLC
Posee controles de estabilidad (ESP) y tracción (ASR), airbags frontales, laterales delanteros, de tipo cortina y para rodillas de conductor (siete en total), ABS con BAS (asistencia de emergencia), Adaptative Brake, Attention Assist, LED Intelligent Light System con luces de ruta automáticas, paquete de alumbrado y visibilidad, paquete antirrobo y neumáticos con rodaje de emergencia. Más información, en la ficha técnica (arriba).
El motor es un naftero 2.0 con cuatro cilindros, 16 válvulas, inyección directa y turbocompresor, el cual desarrolla 241 caballos de potencia cuando gira a 5500 rpm y un torque de 35,7 kgm (350 Nm) cuando trabaja entre las 1200 y las 4000 revoluciones.
La caja que lo acompaña es la automática 9G-Tronic, con sistema de convertidor de par y nueve velocidades, mientras que la tracción es la integral permanente denominada 4Matic.
En cuanto a las prestaciones, hace el 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, tiene una velocidad máxima de 222 km/h y el consumo de combustible mixto es de 6,5-7,1 l/100 km.
En otro orden, el peso fue reducido 80 kilogramos respecto a la GLK. La pieza que más adelgazó es la carrocería, que es fabricada con aluminio y aceros de alta y muy alta resistencia. Pesa 476,5 kilogramos.
El precio de la GLC 300 4Matic Automática es de 102.000 dólares, lo que se traduce en unos 1.448.000 pesos (cambio del dólar a 14,20 pesos). La garantía, por su parte, es de 2 años sin límite de kilometraje. Ubicada en el segmento premium, tiene como rivales directos a los Audi Q5 y BMW X3.
