La pickup recibió cambios en el diseño y sumó equipamiento de confort y seguridad, ahora con asistencias a la conducción. Además, estrenó un motor naftero que brinda buenas prestaciones.
Texto y fotos: Gastón Vanini.
Ya transcurrieron más de seis años desde el lanzamiento de la Fiat Toro, una pick-up que siempre me pareció muy interesante. La manejé por primera vez en el evento de lanzamiento realizado en El Calafate en 2016 (lanzamiento y primer contacto).
La gama inicial para Argentina tenía sólo el motor turbodiésel con dos opciones de caja y de tracción. Y en 2018 sumó la versión Freedom con el motor naftero atmosférico de 1,8 litros (lanzamiento).
La primera prueba fue para la versión Freedom turbodiésel con caja manual y tracción 4×2 (leer). Más tarde nos subimos a la Freedom con motor naftero 1.8 (leer). Y Ahora probamos una gran novedad: la primera renovación estética y el nuevo motor naftero 1.3 turbo.
El novedoso propulsor se combina únicamente con el nivel de equipamiento Volcano, que es uno de los más completos de la gama (ver todas las opciones) junto con el Ultra. También está el Freedom (con motor naftero 1.8 y turbodiésel 2.0).
La Toro es producida en Brasil y comparte plataforma y otras características, como la mecánica, con los Jeep Renegade (leer), Compass (leer) y Commander (leer).
El diseño de la Toro siempre fue sobresaliente. Con la renovación, el objetivo de la marca italiana fue lograr una evolución sin alejarse del estilo original. Posee un renovado capó con una gran y vistosa moldura central y ópticas principales con nuevo interior y luces LED, de serie para toda la gama y con excelente iluminación. Están acompañadas por el novedoso listón cromado y la nueva parrilla con más cromados, el nuevo logotipo de la marca y la bandera Fiat. También se renovó el paragolpes y las luces antiniebla, ahora con tecnología LED.
En los laterales, las únicas novedades son las atractivas llantas de aleación que, en la versión probada, tienen 18 pulgadas y se combinan con los neumáticos para ruta con medida 225/60. La zona trasera mantuvo el diseño conocido, que aún continúa vigente e incluye las vistosas ópticas con luces LED y el doble portón para acceder a la caja de carga.
Entre las dimensiones posee 4,94 metros de largo, 1,84 de ancho, 1,73 de altura y 2,99 de distancia entre ejes. Además, se destaca el despeje, con 21,1 centímetros adelante y 26,4 cm en la parte trasera.
La configuración exterior también cuenta con lona de caja (de serie en todas las versiones). Y la versión “full” suma diversas piezas cromadas y barras de techo de color plateado.
La Toro estrenó un nuevo panel de a bordo con diseño atractivo, diferentes materiales que lucen muy bien e incluyen piezas de color negro brillante. También se destaca el nuevo tablero de instrumentos digital -de serie- con pantalla de 7 pulgadas y amplias opciones de configuración con mucha información, que además es clara.
La pickup ahora cuenta con mayor cantidad de portaobjetos y en las versiones “full” ofrece una pantalla táctil vertical de 10,1 pulgadas, un tamaño generoso que se combina con un buen funcionamiento y diversas funciones, por ejemplo, los ajustes del vehículo, la computadora de a bordo, el GPS integrado y la climatización automática de dos zonas, para lo que además posee un nuevo y acertado conjunto de botones y rueditas. Debajo hay nuevas teclas con estilo de piano, entre ellas la activación del control de tracción avanzado y la desconexión del sistema de salida involuntaria de carril.
Como siempre, la posición de manejo es muy buena e incluye la doble regulación del volante multifunción, con buena comunicación con las manos, levas y ahora con el logotipo de marca oscuro. Se combina con las atractivas butacas que ofrecen excelente sujeción lateral y regulaciones eléctricas, incluidas la lumbar y de altura.
El interior también posee asientos con tapizado de cuero negro y un espacio para guardar objetos debajo de la butaca del pasajero; muy práctico. A eso se suma la buena insonorización y la visibilidad limitada, principalmente hacia atrás; la cámara y los sensores mejoran la seguridad durante las maniobras a baja velocidad.
Las plazas traseras cuentan con un espacio adecuado para las piernas y la cabeza de los pasajeros de los extremos, mientras que la plaza central está condicionada por el ancho y ofrece una entrada USB y otra de 12 voltios, además de un apoyabrazos con un espacio para objetos y dos posavasos.
Junto con la lona, la caja de carga posee una protección de plástico y luz LED. Su volumen de 937 litros es logrado gracias a los 1,33 metros de largo, hasta 1,36 de ancho y 59,1 cm de altura.
La pickup puede cargar 670 kilogramos, 20 kg más que la naftera 1.8 y 330 kg menos que las opciones turbodiésel. Debajo de la caja está el auxilio, que es temporal con llanta de acero; una contra.
La Toro Volcano ofrece una interesante dotación que incluye cargador inalámbrico, encendido automático de luces y de limpiaparabrisas, espejos rebatibles eléctricamente y con luz de acceso, espejo interior automático, apertura y cierre de puertas sin llave, encendido y apagado de motor con botón, levantavidrios eléctricos con un toque y accionamiento global (desde la llave) en las cuatro puertas y sistema multimedia con GPS y conexiones con teléfonos a través de Android Auto y Apple CarPlay.
Más equipamiento, en la ficha de abajo.
También destacada, la seguridad cuenta con controles de estabilidad y de tracción convencional y avanzado, airbags frontales, laterales, de cortina y para las rodillas del conductor (7), luces delanteras full LED, cámara y sensor de estacionamiento traseros, luces antiniebla LED, monitoreo de presión de neumáticos y sensor de estacionamiento delantero.
Las versiones “full” como la Volcano además sumaron un nuevo paquete de asistencias a la conducción, que mejora la seguridad para evitar accidentes. Está compuesto por el sistema precolisión con frenado automático de emergencia (con un funcionamiento exagerado), alerta de cambio involuntario de carril -con corrección de la dirección- y luces altas automáticas. Carece de control de velocidad crucero adaptativo y de aviso de punto ciego.
Latin NCAP probó la Toro -con sólo dos airbags- en 2018; la calificó con cuatro estrellas para adultos y cuatro estrellas para niños (la nota máxima son las cinco estrellas). Además, demostró la presencia de una estructura estable para el habitáculo.
Más detalles, en la ficha de abajo.
Otro estreno de la camioneta es el motor naftero T270 Firefly Turbo con cuatro cilindros, 1,3 litros y turbocompresor, que genera 175 caballos de potencia a 5.750 rpm y 270 Nm de torque a 1.750 revoluciones. También cuenta con cadena de distribución y trabaja conjuntamente con la caja automática con convertidor de par, seis velocidades y modo manual desde el selector o las levas del volante. La tracción es delantera.
La suspensión es independiente en las cuatro ruedas, incluido el esquema trasero independiente (Multi-link) con resortes helicoidales y barra estabilizadora. La dirección es eléctrica y los frenos tienen discos delanteros y tambores traseros.
El nuevo motor se destaca por su entrega de potencia y torque, con cifras que, lógicamente, superan ampliamente al conocido 1.8 atmosférico. Permite una conducción muy ágil en la utilización urbana y en la ruta gracias al contundente empuje desde bajas revoluciones, lo que facilita situaciones como los sobrepasos. Con un sonido que no pasa desapercibido, el propulsor tiene una buena relación con la caja automática, que realiza cambios veloces e incluye levas en el volante, pero carece de modo Sport.
Con un peso de 1.732 kilogramos, la Toro Volcano turbo logra prestaciones que confirman la interesante propuesta. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos y resuelve la recuperación de 80 a 120 km/h (con la caja en Drive) en 7 segundos. Fiat anunció una velocidad máxima de 195 km/h.
Consumos de combustible: necesita 6,3 litros cada 100 km en ruta a 100 km/h (el tablero indica 104 km/h), cuando viaja a sólo 1.800 rpm. Además, gasta 8,5 l/100 km a 130 km/h y 10,1 l/100 km en la ciudad. Y se beneficia con un tanque de 60 litros que mejora la autonomía.
Como siempre, la Toro sobresale por la asistencia de la dirección, muy liviana y cómoda para la ciudad, aunque está condicionada por su diámetro de giro. Los frenos, por su parte, tienen un pedal con tacto mejorable, demasiado mullido.
También se destaca el equilibrio dinámico aportado por las suspensiones, que ofrecen un buen confort de marcha y se luce con su generoso despeje que la aleja de lomos, cunetas y otros obstáculos que podemos encontrar, por ejemplo, en caminos en mal estado, donde además se puede recurrir al nuevo control de tracción avanzado (TC+), una ayuda electrónica para situaciones de baja dificultad.
En la conducción veloz, la camioneta brinda un muy buen comportamiento y resuelve eficazmente las curvas, donde muestra inclinaciones lógicas por su altura. Brinda mucha seguridad en el asfalto y también en superficies como la tierra.
La nueva Fiat Toro Volcano T270 1.3 turbo cuesta 7.247.400 pesos (precio de lista sugerido); es la segunda versión más accesible de la gama, que además posee las versiones Freedom 1.8 4×2 AT6 (5.653.600), Freedom 2.0 turbodiésel 4×4 AT9 (7.323.200), Volcano 2.0 turbodiésel 4×4 AT9 (8.097.200) y Ultra 2.0 turbodiésel 4×4 AT9 (8.848.900). Sin embargo, los precios reales están en los concesionarios; porque en el mercado local existen los sobreprecios.
La garantía también evolucionó: ahora es de 5 años o 100.000 kilómetros (anteriormente era de 3 años o 100 mil km). Otras pickups monocasco presentes en Argentina son las Renault Duster Oroch y Ford Maverick, con propuestas diferentes, por ejemplo, de tamaño. El producto de Fiat se ubica en el medio.
Descargar, acá.
Aceleración 0 a 100 km/h: 9,8 segundos
Velocidad máxima: 195 km/h
Recuperación 80-120 km/h: 7 segundos
Consumo urbano: 10,1 l/100 km
Consumo a 100 km/h: 6,3 l/100 km
Consumo a 130 km/h: 8,5 l/100 km