prueba mini cooper s cabrio delantera

 

El modelo de la marca británica seduce por su característica simpatía y propuesta deportiva que permite disfrutar del manejo. La versión descapotable lo hace aún más irresistible. Qué ofrece, cómo anda y cuánto cuesta.


Texto y fotos de Gastón Vanini.

Presentación

Probamos el Mini Cooper S Cabrio (F57 LCI), perteneciente a la tercera generación del modelo (de la era moderna de la marca) que se destaca por su tamaño pequeño (segmento B) y estilo retro, a lo que se suma la posibilidad de poder disfrutar del manejo a cielo abierto.

Se trata de una combinación que no pasa desapercibida y tiene un posicionamiento muy exclusivo en el mercado argentino, donde la carrocería convertible se combina con una configuración mecánica que permite alcanzar prestaciones interesantes.


Exterior e interior

Con un encanto que permanece intacto desde su reaparición hace más de 20 años, el Cooper moderno se destaca por su diseño característico en el que se combinan las líneas rectas, las superficies limpias y las ópticas circulares (con excelente iluminación LED) para la zona delantera, donde además incluye la parrilla típica de la marca británica.

Con sólo 3,88 metros de largo, esta carrocería se diferencia del resto de la gama por la presencia del techo de lona que permite transformar la silueta.

Este Mini además tiene detalles para destacar como las ópticas traseras con la presencia de la bandera de Reino Unido, la doble salida de escape central y las atractivas llantas de aluminio con dos tonos y 17 pulgadas combinadas con neumáticos con medida 205/45, un perfil muy bajo para nuestras calles y rutas, pero acorde a la propuesta deportiva. En la unidad de pruebas también se luce el color verde. El conjunto de características mencionadas genera un imán para las miradas.

En el Cooper S Cabrio, la simpatía del exterior se extiende al interior, donde ofrece las clásicas formas redondeadas para sectores como el tablero digital (bien legible y regulable junto a la columna de dirección) y la consola central que aloja a la pantalla multimedia de 8,8 pulgadas. También es para destacar la buena calidad de los materiales, incluyendo los plásticos blandos como el de la zona superior del panel de a bordo.

La posición de manejo es excelente gracias a las cómodas butacas con buena sujeción lateral y extensión de cojín, pero sin regulaciones eléctricas. Me gustó mucho la empuñadura gruesa del volante, con ajuste de altura y profundidad. Por su parte, las dos plazas traseras tienen poco espacio para las piernas y su respaldo es demasiado recto; incómodas.

El techo de lona se acciona eléctricamente y permite abrir o cerrar el habitáculo en sólo 18 segundos e incluso con el auto en movimiento a velocidades de hasta 30 km/h. Cuando el interior está destapado, se puede colocar un deflector (en las plazas traseras) para disminuir el ruido ocasionado por el viento. Con la conducción al aire libre, el Cabrio suma aún más placer a la propuesta del Cooper S.

Lógicamente, el baúl es pequeño: ofrece 215 litros con el techo cerrado y 160 l con el habitáculo descubierto, cuando el mencionado sistema utiliza parte del espacio de carga.


Equipamiento de confort y seguridad

Además de lo mencionado anteriormente, el equipamiento ofrece climatizador automático de dos zonas, volante multifunción, volante multifunción con cuero napa, espejo interior automático, calefacción de asientos delanteros y volante, iluminación ambiental y navegación satelital.

La seguridad brinda controles de estabilidad y tracción, airbags frontales y laterales y un paquete de asistencias a la conducción que incluye aviso de colisión con función de frenado en ciudad, advertencia de salida de trayecto con vibración del volante y control de crucero con función de frenado automático.

Adicionalmente, este Mini posee cámara trasera con indicador de obstáculos y líneas de asistencia, sensores de estacionamiento traseros y neumáticos Runflat (permiten el funcionamiento en caso de avería); no tiene rueda de auxilio, un punto en contra.

Más equipamiento, en la ficha de abajo.


Mecánica y comportamiento

El protagonista de la mecánica es el motor naftero 2.0 turbo con cuatro cilindros e inyección directa que entrega una potencia de 192 caballos entre 5.000 y 6.500 rpm y un torque de 280 Nm entre 1.350 y 4.600 rpm. Se combina con una caja automática con sistema de doble embrague y siete velocidades y la tracción delantera.

El conjunto de motor y caja brindan un interesante comportamiento deportivo que se traduce en reacciones muy ágiles en una amplia zona de funcionamiento. El Cooper S Cabrio empuja con dicisión desde muy bajas revoluciones gracias a la entrega del motor y la velocidad de la caja, que además permite pasar los cambios -de forma muy práctiva y rápida- con las levas del volante.

Hay tres modos de manejo: el Green (orientado a la eficiencia), el Mid (equilibrado) y el Sport, que brinda la mayor configuración configuración deportiva, destacándose la aceleración más briosa y el agradable sonido de escape aún más amplificado.

Lo mencionado anteriormente queda confirmado con los números de las prestaciones: este Mini acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y de 80 a 120 km/h en unos 5 segundos.

Consumos de combustible: a 100 km/h reales (105 km/h en el tablero) el motor gira a unas 1.750 rpm en séptima marcha y gasta unos 5,8 litros cada 100 km, un valor contenido al igual que en la ciudad, donde necesita unos 10 l/100 km. El tanque de 44 litros logra autonomías de 759 y 440 km kilómetros respectivamente.

El comportamiento apunta a la conducción deportiva. Eso queda claro apenas queremos mover el auto, con una dirección con asistencia algo pesada para las maniobras a baja velocidad, pero con notable tacto “sport” y precisión en lo veloz.

En esa misma línea están las suspensiones independientes en las cuatro ruedas (la trasera es multibrazo), que brindan un excelente comportamiento dinámico en rectas y curvas; en estas últimas dobla bien apoyado y por donde le indica el conductor, lo que genera confianza y reafirma la propuesta go-kart feeling (sensación de karting) que se caracteriza por la diversión al volante. El lado menos atractivo de esta configuración es el comportamiento urbano debido a la rigidez de la suspensión y el bajo perfil de los neumáticos. Este Mini además tiene frenos con discos ventilados en las cuatro ruedas que brindan un buen tacto en el pedal.


Precio y garantía

El Mini Cooper S Cabrio posee un precio de 86.900 dólares y una garantía que se extiende durante 3 años o 200.000 kilómetros (lo que sucede primero).


Ficha técnica y equipamiento


Imágenes

Por Gastón Vanini

Periodista especializado en industria automotriz.

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