Prueba del Citroën C4 Cactus Shine Bitono THP

Nos subimos a la versión más cara, potente y equipada del crossover. Diseño vigente y excelentes prestaciones. Cómo anda y cuánto cuesta.

Texto y fotos de Gastón Vanini.

Presentación

El Citroën C4 Cactus es un crossover ubicado en el segmento B que llegó al mercado argentino inicialmente con su modelo original a través de unidades importadas de España con el motor 1.2 turbo de tres cilindros (lanzamiento).

Posteriormente, en 2018, el modelo incorporó un rediseño y comenzó a ser producido en Brasil (ver), de donde llega con una gama que, el año pasado, introdujo algunos cambios para el exterior y el interior (ver).

La familia actual del crossover, que ya posee casi seis años de antigüedad en el mercado local, está integrada por sólo dos versiones: Feel 1.6 VTi AT y Shine 1.6 THP AT; esta última es la que probamos.

Exterior

Cuando llegó por primera vez -en 2017-, el C4 Cactus no pasó desapercibido gracias a su diseño con personalidad propia y detalles como los Airbumps laterales. Con su posterior rediseño adoptó el aspecto general que luce en la actualidad.

Pese a los años transcurridos, el diseño exterior de este crossover permanece vigente. Incluye un sector frontal con un agradable doble conjunto de ópticas, con luces LED superiores para la función diurna y luces principales (halógenas) integradas al paragolpes.

En la unidad de pruebas también se destaca la carrocería con dos colores (techo, parantes delanteros, espejos y manijas de color negro brillante) y los diferentes detalles naranjas, incluyendo los pequeños “Airbumps” ubicados en la zona inferior de las puertas.

Por otro lado, el despeje (suficiente para su propuesta “aventurera”), los diferente plásticos negros -en los bajos y los guardabarros- y las barras longitudinales de techo le brindan al C4 Cactus un aspecto típico de SUV.

Entre las dimensiones, posee 4,17 metros de largo, 1,49 m de ancho, 1,56 m de altura y 2,60 m de distancia entre ejes.

Interior

En su habitáculo, el C4 Cactus combina un diseño con líneas agradables -destinadas a sectores como el panel de a bordo- con una calidad general esperable en este segmento, con plásticos rígidos y algunos materiales mejorables, incluyendo el tapizado de cuero ecológico.

La posición de manejo es adecuada y se consigue con facilidad gracias a la regulación de altura de la butaca y el doble ajuste (altura y profundidad) del volante, que además es multifunción y está acompañado por un práctico comando satelital para el regulador y limitador de velocidad. También se valora la consola central con apoyabrazos extensible.

El tablero es completamente digital y con un diseño algo básico; el velocímetro es muy legible, pero el cuentavueltas brinda una lectura algo imprecisa. Además, tiene el EcoCoaching, para lograr una conducción más eficiente. Se combina con una pantalla central de 10 pulgadas con buen funcionamiento y gran protagonismo porque incluye las funciones del sistema multimedia, la cámara trasera y el climatizador automático que, afortunadamente, también posee accesos directos con comandos físicos ubicados más abajo (al igual que el volumen del sistema de audio).

Las plazas traseras ofrecen un espacio adecuado para las piernas que, buen lugar para la cabeza y un asiento cómodo (blando) también en la quinta plaza, que es plana pero está limitada por el escaso ancho y la forma del piso.

Con 320 litros, el baúl es lógico para el tamaño del auto, pero está lejos de ser el más amplio del segmento. Se puede ampliar con el asiento rebatible por tercios y debajo de su piso está disponible la rueda de auxilio temporal, con llanta y neumático más finos (125/80/ R15) y una recomendación de circular a una velocidad máxima de 80 km/h. No es lo más apropiado para Argentina. Por último, la insonorización es mejorable en la ruta.

Equipamiento de confort y seguridad

Esta versión “full” tiene todo lo necesario. Además de lo ya mencionado, incluye computadora de a bordo, levantavidrios eléctricos con un toque (4), acceso sin llave, encendido con botón, cargador inalámbrico, encendido automático de luces, sensor de lluvia, tapizado de cuero y Mirror Screen con conectividad a través de Android Auto y Apple CarPlay.

La seguridad del C4 Cactus incluye frenos con ABS, REF (repartidor electrónico de frenado) y AFU (ayuda al frenado de urgencia), controles de estabilidad y tracción, seis airbags (frontales, laterales y de cortina), alarma perimetral, indicador de descanso recomendado, luces antiniebla delanteras y anclajes Isofix y Top Tether para sillas infantiles.

Este crossover también se destaca por incluir valoradas asistencias a la conducción: alerta de colisión frontal, frenado autónomo de emergencia, alerta de cambio involuntario de carril y aviso de falta de atención del conductor. No fue probado por Latin NCAP.

Mecánica y comportamiento

La versión Shine es la única de la gama que utiliza el motor naftero 1.6 THP, con cuatro cilindros, inyección directa y turbo, que entrega 165 caballos de potencia a 6.000 rpm y 240 Nm de torque a sólo 1.400 rpm. Los números reflejan su funcionamiento sobresaliente desde bajas revoluciones, con aceleraciones propias de un deportivo: acelera de 0 a 100 km/h en sólo 8,1 segundos. Según Citroën (no la medimos), la velocidad máxima es de 212 km/h.

El motor está correctamente vinculado con la caja automática con convertidor de par y seis velocidades, con cambios de marchas suaves y rápidos para la propuesta del modelo, modos Eco (mayor eficiencia) y Sport (deportivo) y modo manual únicamente desde la palanca. A 100 km/h, el C4 Cactus gasta unos 6 l/100 km. A 130 km/h el consumo se eleva a unos 8 l/100 km. Con el tanque de combustible de 55 litros lleno, puede recorrer unos 917 y 687 kilómetros respectivamente. En el manejo urbano, el consumo es de unos 10,1 litros, con un alcance de 545 km.

La dirección es eléctrica y brinda una agradable suavidad durante el manejo en ciudad y el estacionamiento, sin desentonar en lo veloz, cuando se vuelve más pesada. Se combina con las suspensiones orientadas al confort de marcha; es un auto muy cómodo en la ciudad (pese al rodado de 17”), donde además sobresale el despeje que lo aleja de cunetas y lomos. Lo mismo aplica a los caminos desparejos como los de tierra, en los que muestra un muy buen desempeño. A eso se suma la presencia del Grip Control, que modifica el funcionamiento del control de estabilidad para mejorar la adherencia de las ruedas delanteras según el terreno (arena, barro, nieve y desconexión del ESP).

Cuando salimos a la ruta, la misma blandura perjudica el comportamiento dinámico; las inclinaciones son evidentes y, cuando se lo exige, el ESP es un aliado. Por su parte, los frenos tienen discos delanteros y traseros y lo detienen de 100 km/h a cero en 40 metros, una distancia adecuada para el segmento.

Precio, garantía y rivales

En la actualidad, el Citroën C4 Cactus posee únicamente dos versiones: Feel 1.6 VTi AT ($ 27.192.900) y la que probamos, la Shine Bitono 1.6 THP AT, con un precio sugerido de 30.103.800 pesos (incluyendo los $ 150.000 adicionales de la pintura bitono). La garantía es de 3 años o 100.000 kilómetros. Ubicado entre los crossovers y SUV del segmento B, posee rivales como los Chevrolet Tracker, Fiat Pulse, Nissan Kicks, Peugeot 2008, Renault Duster y Kardian y Volkswagen Nivus y T-Cross.

Mecánica

Motor: naftero, cuatro cilindros en línea, 16 válvulas, inyección directa y turbo

Potencia: 165 CV a 6.000 rpm

Torque: 240 Nm a 1.400 rpm

caja: automática con convertidor de par y seis velocidades

Dirección: asistencia eléctrica

Suspensión: independiente delantera / semiindependiente trasera

Frenos: discos delanteros y traseros

Dimensiones y capacidades

Largo: 4,17 metros

Ancho: 1,49 metros

Altura: 1,56 metros