La segunda generación del familiar posee dos versiones, abundante equipamiento y motor 2.0 turbo de 240 CV combinado con una caja automática. A la venta desde junio.
Ford presentó en Argentina la nueva generación del S-Max, su familiar producido en España y perteneciente al segmento C. Es un producto que, desde junio, completará la familia de modelos globales del Óvalo en el mercado local.
Con estilo moderno tanto por fuera como por dentro, el familiar tendrá una gama compuesta por las versiones Trend y Titanium, ambas con una longitud de 4796 milímetros y una distancia entre ejes de 2850.
Otra de las particularidades es su interior con siete plazas y 32 configuraciones de asientos, ya que los de la segunda fila se pueden rebatir, deslizar, reclinar o inclinar hacia adelante (con un botón y de forma individual o conjunta). Los de la tercera fila también se pueden plegar, lo que da paso a un baúl con piso plano y con tres opciones de volumen: 285 (siete plazas en uso), 965 (cinco) y 2.020 litros (dos).
La variante Titanium además cuenta con asientos de segunda fila con regulaciones manuales, mientras que los dos de la tercera se pueden plegar de forma automática e individual. Asimismo, cuenta con asientos delanteros Multi contorno con función masaje y refrigeración.
El equipamiento de la versión Trend posee climatizador automático bizona con salidas traseras, dirección eléctrica, arranque sin llave, asientos delanteros con calefacción, cámara trasera, llave reprogramable, sensores de estacionamiento delantero y trasero y sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas, conectividad SYNC 3, control por voz, navegador satelital y compatibilidad con Applink, Apple Car Play y Android Auto para conectar teléfonos inteligentes.
En cuanto a la seguridad, la S-Max más accesible cuenta con controles de estabilidad y tracción, nueve airbags, control dinámico de torque en curvas, monitoreo de presión de neumáticos y faros antiniebla con luz de curva.
La versión Titanium además posee estacionamiento asistido (paralelo y perpendicular), climatizador de tres zonas, tapizado de cuero microperforado, techo panorámico, portón automático con sistema manos libres, espejos interior y exterior izquierdo con oscurecimiento automático y memoria, acceso sin llave y volante con regulaciones eléctricas, calefacción y sistema Easy Entry, el cual cambia la posición del volante para permitir un mejor acceso al vehículo.
En cuanto a la seguridad, la S-Max Titanium suma luces de LED adaptativas (altas y bajas) con sistema anti encandilamiento, cámara de visión delantera 180 grados, mantenimiento de carril activo (con correcciones en la dirección) y detector de fatiga en conductor.
Si hablamos de mecánica, el monovolumen utiliza el motor naftero 2.0 EcoBoost GTDI (conocido en el Mondeo, con el que comparte plataforma), el cual posee cuatro cilindros, inyección directa de combustible y sobrealimentación mediante turbocompresor. Entrega 240 caballos de potencia a 5500 rpm y 345 Nm de torque entre 2300 y 4500 revoluciones.
El propulsor se vincula con el sistema de apagado y encendido automático, mientras que la caja que lo acompaña es una automática con función tipo secuencial y seis velocidades. La tracción es delantera.
Como aún no está a la venta, la nueva S-Max no posee precios en el mercado local, donde será ofrecida desde junio.
Más detalles, en la ficha técnica.