Importada de México y próximamente fabricada en Argentina, la pick up ofrece diseño moderno y mecánica eficiente, pero debe equipamiento de confort y seguridad.
Texto y fotos: Gastón Vanini.
La última generación de la Nissan Frontier llegó al mercado argentino en 2016 importada de México pero con un futuro prometedor que la ubicará como una pick up producida en Argentina, hecho que se concretará durante el segundo semestre del año en la nueva planta de Santa Isabel (Córdoba), de donde además saldrán la Renault Alaskan y la Mercedes-Benz Clase X.
En Argentina, la gama de la camioneta mediana está compuesta por las versiones SE, XE y LE. Esta última –con caja manual y tracción 4×4- fue la elegida por Auto en Acción para realizar la primera prueba del modelo.
Este es uno de los rubros en los que más se destaca. Porque cuenta con un frontal moderno y alineado al estilo de la marca japonesa, incluyendo una generosa parrilla cromada con forma de “V”, ópticas con luces diurnas de LED con forma de búmeran y luces principales –altas y bajas- con proyector y la misma tecnología, lo que asegura una notable iluminación.
En los laterales, sobresalen las líneas suaves y los trazos ascendentes –hacia la parte trasera- de la zona vidriada, con vidrios oscuros en las ventanas traseras. A eso le suma las marcadas molduras circulares en los guardabarros (como overfenders integrados), la barra de techo de color gris plata, los estribos laterales con la misma tonalidad, las manijas cromadas y las vistosas llantas de aleación bitono con 18 pulgadas, combinadas con neumáticos de uso mixto con medida 255/60.
En la parte trasera, donde las pick ups generalmente no muestran su mayor personalidad, el producto de Nissan se destaca con un diseño personal que incluye ópticas verticales que invaden los guardabarros, una puerta de caja cuya moldura central “rompe” con el convencionalismo de esta pieza y el paragolpes cromado, aunque con el faltante del escalón para acceder a la caja.
Resumiendo, el diseño exterior sobresale por su imagen atractiva lograda tanto por el diseño como por la presentación. En la unidad de prueba también sumó puntos el llamativo color Rojo Sólido.
Por su parte, la caja de carga es más generosa que antes y está protegida por un cobertor de plástico y una lona marítima, todo de color negro. Además, cuenta con prácticos ganchos movibles (se deslizan por un riel) para sujetar la carga.
Si hablamos de dimensiones, la Frontier posee un tamaño promedio para el segmento, con 5.258 milímetros de largo, 1.850 de ancho, 1.860 de altura y 3.150 de distancia entre ejes.
En cuanto al off road, posee un ángulo de entrada de 33 grados, uno ventral de 25,2 y uno trasero de 27,9, mientras que el despeje respecto del suelo es de 25,5 centímetros.
Las cuatro puertas laterales permiten el fácil acceso a un habitáculo que cuenta con un panel de a bordo con diseño convencional, sin nada raro. Incluye líneas suaves y materiales rígidos con calidad adecuada.
La presentación incluye plásticos negros y otros de color gris plata (incluso en el volante, multifunción) que realzan el interior. El tablero, por su parte, es bien legible gracias a los cuatro instrumentos de aguja, incluyendo generosos velocímetro y cuentavueltas, mientras que la computadora de a bordo con pantalla 3D a color brinda mucha información: hasta el dibujo de la pick up con diferentes colores exteriores.
En líneas generales, los comandos están bien ubicados, aunque las teclas de los levantavidrios sólo tienen luz para la ventanilla del conductor, que además es el único con sistema de un toque para bajar y subir.
En la consola central posee el sistema de audio con pantalla LCD de 5 pulgadas, algo pequeña y sin sistema táctil, pero que emite las imágenes de la cámara trasera. Además, cuenta con entradas USB y auxiliar. Más abajo se ubica el climatizador automático bizona, con buen funcionamiento, y luego el comando del control de descenso y una de las tomas de de 12 voltios.
La tracción 4×4 electrónica posee un comando giratorio de fácil utilización, mientras que el selector de caja es clásico de una pick up, con vástago largo, recorrido un poco extenso y un funcionamiento que no es el más preciso ante la exigencia. Además, al principio cuesta acostumbrarse a colocar la marcha atrás, ya que hay que correr la palanca hacia la derecha y hacia abajo al mismo tiempo.
Los tapizados de cuero de color negro son agradables, mientras que la posición de manejo es buena y se beneficia con la presencia de la regulación de altura del volante (la de profundidad no vendría mal para mayor precisión) y los ajustes eléctricos (incluyendo el lumbar) de la cómoda butaca del conductor, la cual ha sido desarrollada con colaboración de la NASA. Ofrece un manejo cómodo.
En las plazas traseras, el espacio para las piernas es más que suficiente y el respaldo tiene una inclinación justa que lo hace amigable. Sin embargo, el cojín es corto y demasiado bajo, lo que cansa las piernas durante los viajes largos. Lo bueno es que se puede plegar hacia arriba para ganar espacio de carga o para guardar objetos debajo del mismo. Además, ofrece buen espacio de ancho hasta para tres personas, aunque no llega a ser como la Amarok. Además, el quinto pasajero no cuenta con cinturón de seguridad inercial ni apoyacabezas. A eso se le suman las salidas de aire del climatizador y dos posavasos.
Por último, la insonorización está bien lograda, en parte gracias a los burletes dobles, (en la carrocería y las puertas).
Además de lo que ya fue mencionado, la Frontier más equipada del mercado local posee computadora de a bordo con destacada pantalla a color en el tablero, llave inteligente iKey, apertura de tanque electromagnética, botón de encendido, control de velocidad crucero, asientos delanteros con calefacción, freno de mano, selector de caja y volante revestidos con cuero, espejos plegables eléctricamente, auxilio con llanta de aleación (como las que ruedan) ubicado debajo de la caja y sistema de audio con entradas auxiliar y USB, Bluetooth, pantalla LCD de 5 pulgadas y seis altavoces.
Entre los faltantes, podemos mencionar el navegador satelital, la pantalla táctil, el espejo interior automático y el sensor de lluvia.
Todos los detalles, en la ficha técnica (abajo).
Todas las Frontier en Argentina cuentan con controles electrónicos de estabilidad y de tracción, frenos con ABS, distribución electrónica (EBD) y asistencia de frenado (BA), doble airbag frontal, asistencia de ascenso en pendiente, sensor de estacionamiento trasero, cinturones delanteros con pretensionador y limitador de carga y luces delanteras de LED (diurnas, altas y bajas) con excelente rendimiento. Las versiones 4×4 además cuentan con control de descenso en pendiente.
En cuanto a los faltantes, carece de airbags laterales y de cortina, sensor de estacionamiento delantero, quinto cinturón de seguridad inercial de tres puntos, quinto apoyacabezas y anclajes Isofix.
Más detalles, en la ficha técnica (abajo).
El motor es el diésel YS23 (Euro 5) de la alianza Renault-Nissan. Tiene cuatro cilindros, 2,3 litros de cilindrada, 16 válvulas, inyección directa common rail y doble turbocompresor (como la Amarok). Entrega 190 caballos de potencia a 3.750 rpm y 450 Nm de torque entre 1.500 y 2.500 revoluciones. Además, posee distribución por cadena y utiliza gasoil grado 3. En otros mercados también posee una opción con un solo turbo que entrega 160 CV y 403 Nm.
En la unidad de prueba se combinaba con la caja manual con seis marchas, con un escalonamiento correcto de los cambios, con una primera relación corta y una sexta que permite relajar el motor, ya que a 130 km/h gira a unas 2.850 revoluciones.
Por su parte, la tracción 4×4 electrónica cuenta con las funciones 4×2, 4×4 alta (se puede conectar a velocidades de hasta 60 km/h) y 4×4 baja, con reductora.
Desarrollada sobre un nuevo chasis de largueros, cuenta además con frenos con discos ventilados delanteros y tambores traseros, y dirección con asistencia hidráulica.
Una de las claves de este modelo se encuentra en la suspensión, con sistema independiente tipo McPherson adelante y, a diferencia de las otras pick ups medianas, un eje rígido trasero combinado con brazos transversales y resortes en lugar de los clásicos elásticos.
Una vez en marcha, el motor biturbo ofrece un sonido agradable (está bien aislado del habitáculo) y muy buena entrega de potencia desde las 1.500 rpm gracias al elevado torque, lo que se traduce en aceleraciones contundentes en cualquier cambio (desde ese régimen), permitiendo sobrepasos seguros y una rápida reacción sin necesidad de realizar cambios. Por ejemplo, en ruta a 100 km/h en sexta marcha, sólo hace falta pisar el acelerador para conseguir una muy buena respuesta.
El propulsor también asegura destacas prestaciones. De 0 a 100 km/h, permite mover las dos toneladas de peso en 10,8 segundos y pasar de 80 a 120 km/h en sexta en 11,7 segundos. Además, los consumos de combustible sobresalen con un gasto de apenas 9,4 l/100 km en ciudad, mientras que en ruta a 100 km/h consume 7,8 litros.
Si nos referimos a la dirección, su funcionamiento es algo lento y el grado de asistencia la vuelve un poco pesada a la hora de maniobrar a bajas velocidades.
En cuanto a las suspensiones, la camioneta de Nissan ofrece un logrado confort de marcha gracias al mencionado esquema trasero, el cual la hace menos saltarina y le permite absorber mejor las irregularidades como empedrados, pozos y cunetas. Asimismo, notamos una cierta aspereza del tren delantero en determinadas situaciones, como cuando enfrenta un lomo de burro de forma “alegre”. Además, se luce con el generoso despeje y cuenta con protecciones para las partes bajas de la mecánica.
En la ruta, la Frontier tiene una buena conducta en lo derecho a altas velocidades, situaciones en la que propone un manejo relajado y se agradece la lograda insonorización, tanto de la rodadura como del viento. Ante la exigencia en curvas, dobla de manera correcta, con reacciones previsibles y con inclinaciones lógicas para una pick up.
En los caminos fuera del asfalto, como los de tierra con marcadas huellas, se muestra robusta y las suspensiones se encargan de disminuir los saltos cuando está descargada. Además, se luce con sus ángulos para el off road y con la tracción, que en 4×4 reparte el torque 50/50 y en 4×4 Low (reductora) dispone de mucha fuerza para los trabajos más pesados.
Si hablamos de los frenos, la detuvieron de 100 km/h a cero en 43,6 metros, una distancia promedio dentro del segmento.
En cuanto a las capacidades, esta versión soporta 908 kilogramos de carga (la versión más básica de la gama supera los 1.000 kg).
La Nissan Frontier LE manual es comercializada con un precio de 834.700 pesos, mientras que la gama arranca en los 575.800. Además, cuenta con una garantía de 3 años o 100.000 kilómetros y tiene como rivales a las Chevrolet S10, Ford Ranger, Mitsubishi L200, Toyota Hilux y Volkswagen Amarok.
*Diseño y presentación exterior
*Equilibrio dinámico
*Funcionamiento del motor/prestaciones
*Aptitudes off road
*Faltantes de confort
*Faltantes de seguridad
*Asiento trasero (cojín bajo)
*Dirección algo pesada
Aceleración 0 a 100 km/h: 10,8 segundos
Aceleración 0 a 1000 metros: 32,3 segundos
Velocidad máxima: N/D km/h
Recuperación 80-120 km/h (6ª): 11,7 segundos
Frenada 100 km/h-0: 43,6 metros
Frenada 140 km/h-0: 89 metros
Consumo urbano: 9,4 l/100 km
Consumo a 100 km/h: 7,8 l/100 km
Consumo a 130 km/h: 11,5 l/100 km
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