El nuevo hatchback deportivo estrena motor 1.8 turbo con hasta 300 caballos, caja automática de doble embrague y dirección en las cuatro ruedas. Podría llegar en 2018.

Una de las estrellas del Salón del Automóvil de Frankfurt, en Alemania, es el nuevo Renault Mégane R.S., un modelo derivado de la tercera generación del hatchback del segmento C y que incorpora varias novedades respecto del modelo conocido en el mercado local (detalles), al cual podría reemplazar a fines del año que próximo.

Comenzando por la estética, la primera diferencia se encuentra en la carrocería, ya que la marca optó por un desarrollo a partir de la conocida hatchback de cinco puertas de la gama convencional. El modelo anterior es un Coupé.

Como es costumbre cuando se habla de productos de Renault Sport (R.S.), la base estética del Mégane está acompañada por una serie de novedades que le brindan un look “explosivo” y están pensadas también teniendo en cuenta la aerodinámica.

Entre esas novedades incluye paragolpes con estilo agresivo, firma luminosa (de LED) en los bajos en representación de R.S., llantas oscuras de 18 ó 19 pulgadas que dejan ver las pinzas de freno Brembo, branquias laterales, alerón trasero y difusor de aire unido con la salida de escape central.

En  el interior, al estilo del Mégane convencional le suma butacas deportivas (con apoyacabezas integrados), pedalera metálica, tablero específico y tapizado de Alcantara con costuras rojas, las cuales también están presentes en el selector de la caja y el volante, deportivo y con generosas levas para pasar los cambios. Además, posee el sistema de telemetría R.S. Monitor y el Multi-Sense, con los modos de manejo Comfort, Normal, Sport, Race y Perso.

La ficha técnica también tiene novedades, comenzando por la incorporación de un nuevo motor naftero surgido de la Alianza Renault-Nissan. Es un 1.8/16v con cuatro cilindros, inyección directa de combustible y sobrealimentación mediante turbocompresor de doble entrada (Twin Scroll). Genera 279 caballos de potencia a 6000 rpm y 390 Nm de torque entre 2400 y 5000 rpm. El año que viene, la potencia llegará a los 300 caballos y el torque a los 400 Nm a través de la variante Trophy, aún más bestial.

Otra de las incorporaciones es la caja automática EDC, con doble embrague, seis marchas y las mencionadas levas en el volante. Además, incluye la tecnología Multi-Change Down, que permite bajar rápidamente varias marchas, y el Launch Control, que optimiza el arranque evitando que las ruedas patinen.

Por su parte, la tracción es delantera y la suspensión deportiva introdujo cuatro topes hidráulicos de compresión que suman amortiguación y eliminan los efectos de rebote. Además, cuando el Mégane tiene el chasis Cup (el convencional se denomina Sport) tiene una calibración exclusiva de la suspensión y suma el diferencial autoblocante Torsen.

El nuevo R.S. además incorporaron el 4Control, un sistema de dirección en las cuatro ruedas que permite ganar agilidad en curvas cerradas y estabilidad en las de alta velocidad. Por su parte, los frenos incluyen discos delanteros de 355 milímetros de diámetro combinados con las mencionadas pinzas Brembo.

Por Gastón Vanini

Periodista especializado en industria automotriz.

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