Viajamos a Mendoza para asistir al lanzamiento del nuevo modelo de la marca surcoreana; nos subimos a la versión Cross GT-Line; primer contacto.
Por Gastón Vanini, enviado a Mendoza. Kia realizó un evento en la provincia cuyana para lanzar el K3 en Argentina. Se trata del nuevo modelo producido en México y destinado al segmento B, disponible con las carrocerías Cross (hatchback) y Sedán y los niveles de equipamiento EX y GT-Line. Para el primer contacto con este auto, elegimos la versión Cross (tendría el 75% de las ventas de la gama) a través de su versión más equipada, la GT-Line. A continuación, las primeras impresiones.
Exterior
Subjetivamente, el K3 es un auto muy lindo. La filosofía de diseño «Opuestos Unidos» de Kia le sienta muy bien e incluye características para destacar como el frontal con cierto estilo deportivo e incluso algo futurista.
En el Cross que manejé además sobresalen las discretas barras de techo y un generoso despeje del suelo con 15 milímetros más que el Río (un hatchback tradicional), lo que le brinda inmunidad en nuestras deterioradas calles y rutas. De esta forma, tiene algunas características de crossover y SUV, con los que lo comparan en la marca.
El Sedán, por su parte, cuenta con un atractivo aspecto trasero tipo fastback a través de la suave inclinación del techo, los parantes y la luneta. A eso se suman los 10 mm de despeje adicionales en comparación con otro sedán de la marca: el Cerato (perteneciente a un segmento superior).
Las dimensiones exteriores lo alejan de otros hatchbacks y sedanes del segmento (y lo acercan a una categoría superior). El Cross mide 4.295 mm, mientras que el Sedán posee 4.545 mm.
Interior
Adentro, el K3 también es atractivo gracias al diseño del panel de a bordo, que se combina con materiales rígidos pero con buena calidad para el segmento, además de ofrecer un buen tacto con el volante (con diseño innovador) y el pedal de frenos.
Las medidas exteriores permiten un muy buen espacio interior, con gran lugar para las piernas y la cabeza de los pasajeros traseros, digno de un segmento superior. A eso se suma el asiento cómodo (en los laterales) y las salidas de aire de la climatización, algo poco común en esta categoría.
El tablero de instrumentos es totalmente digital y está integrado con la pantalla multimedia, con imágenes de buena calidad y buen tamaño (10,25 pulgadas). También se destacan el climatizador automático de dos zonas y el techo corredizo eléctrico, junto a la buena capacidad del baúl de ambas siluetas: 390 litros en el Cross y 544 litros en el Sedán.
Seguridad
Otro rubro en el que brilla el K3, porque su combinación de estructura y equipamiento le permitió lograr las cinco estrellas de Latin NCAP (ver). Posee de serie seis airbags y ayudas a la conducción: asistencia de precolisión frontal con frenado autónomo de emergencia, asistencia y mantenimiento de carril, luces altas automáticas y asistencia de atención del conductor. Uno de los puntos fuertes del modelo.
En marcha
El K3 brinda un manejo confortable y un buen comportamiento, destacándose la notable insonorización (incluye burletes dobles en las puertas) y un andar placentero en la ruta, donde resuelve bien las curvas con una suspensión que brinda seguridad y una dirección (eléctrica) bastante liviana. También lo manejé en el ripio mendocino, donde mostró solidez llevando un ritmo “alegre”; se beneficia con su despeje adicional, aunque el perfil bajo de los neumáticos no es el ideal para ese terreno.
El conjunto integrado por el probado motor 1.6 atmosférico con cadena de distribución (121 caballos y 151 Nm) y la caja automática (convertidor de par y seis velocidades) brinda un funcionamiento lógico para sus características, con un manejo suave y placentero con aceleraciones progresivas, aunque con falta de nervio ante las exigencias en la ruta sinuosa de Mendoza (con subidas y tres personas a bordo).
La caja brinda cambios de marchas con una velocidad adecuada y también posee levas (no son las más rápidas), pero carece de modo Sport. No pude medir aceleraciones ni consumos, que quedarán para la prueba completa. Por último, vuelvo a destacar el sistema de frenos, con un pedal con buen tacto y discos en las ruedas traseras (poco visto en el segmento).
Cuánto cuesta
El precio del Kia K3 es una buena noticia, con una buena relación entre lo que se paga y lo que obtiene. Las versiones EX (con carrocerías Cross y Sedán) cuestan 25.000 dólares; las GT-Line valen 28.500 dólares (ambas al tipo de cambio oficial).
También es para destacar la garantía, de 5 años o 100.000 kilómetros. Adicionalmente, la marca anunció que el servicio de mantenimiento es, en algunos casos, más barato que el de sus rivales: cuesta 228.315 pesos.
Lanzamiento del Kia K3 en Argentina
Interior correspondiente a la versión EX.