La primera pick up de una tonelada del rombo ya está en Argentina. A prueba la versión Iconic, la más equipada y con motor biturbo con 190 caballos, caja automática y tracción 4×4.
Texto y fotos: Gastón Vanini.
Luego de su lanzamiento en Argentina (nota), probamos la Renault Alaskan a través de su versión Iconic AT 4×4, la más cara y sofisticada de la gama, que posee ocho versiones.
Basada en la Nissan Frontier, con la que es producida en la Fábrica Santa Isabel de Córdoba, la primera pick up mediana de una tonelada de la marca francesa ofrece una identidad propia combinada con características conocidas. Una nueva e interesante propuesta para el segmento de las camionetas medianas.
En este rubro surgen las primeras novedades del producto del Rombo, que posee una imagen frontal atractiva con ADN propio gracias a la parrilla con el estilo presente en los nuevos modelos de la marca y cromados que se extienden al paragolpes. Se combinan con las ópticas con luces LED (diurnas, altas y bajas) con muy buen funcionamiento.
En los laterales posee el diseño de puertas y superficie vidriada conocido que luce su encanto junto con las nuevas y vistosas llantas de aleación de 18 pulgadas (con neumáticos para asfalto con medida 255/60), cromados en los espejos y la línea de cintura, identificación del motor (“dCi 190”) y estribos para acceder y salir del habitáculo.
Los cambios en comparación con la Frontier también están presentes en la zona trasera, donde muestra un conjunto interesante con sus ópticas y portón con diseños exclusivos. Además, incluye el rombo y el nombre del modelo en el centro de la escena. Por su parte, el paragolpes tiene cromados, pero carece de escalón para acceder a la caja de carga.
La configuración exterior además incluye las barras longitudinales de techo y la barra de caja cromada -con el nombre de la camioneta-, junto con la capota marítima que cubre la caja.
Entre las dimensiones, la pick up posee 5,32 metros de longitud (cifra promedio en el segmento) y una distancia entre ejes de 3,15 m.
Entramos al habitáculo y encontramos un diseño conocido, con un panel de a bordo con estilo agradable y plásticos rígidos (como en todas las pick ups medianas) y encastres que muestran buena calidad. Además, se luce el nuevo volante multifunción con la presencia del rombo en el centro y el tablero ofrece una lectura clara gracias a los cuatro instrumentos de aguja –de buen tamaño- junto con la pantalla central con colores para la computadora de a bordo.
Por su parte, el sistema multimedia tiene una pantalla táctil con colores de 8 pulgadas con respuesta rápida y bien acompañada por teclas físicas, junto con el climatizador automático de dos zonas, con buen funcionamiento. A eso se suma el bienvenido techo solar corredizo eléctricamente (junto con la Frontier, son las únicas que lo ofrecen).
La butaca –con tapizado de cuero microperforado- es cómoda y tiene sujeción lateral suficiente y regulaciones eléctricas (también lumbar) para el conductor, mientras que el volante ofrece una buena comunicación con las manos, pero sólo regula en altura, lo que puede limitar las posibilidades de encontrar la posición de manejo ideal. Sin embargo, me permitió conducir cómodamente en la ciudad y en la ruta.
Las plazas traseras tienen buen espacio para las piernas y la cabeza, junto con un respaldo cómodo, mientras que la plaza central está limitada principalmente por la altura. Además, se valora la presencia de las salidas de aire del climatizador, el apoyabrazos central con posavasos, las luces y los bolsillos en los respaldos delanteros.
En la Alaskan también sobresale la lograda insonorización del habitáculo, que lo convierte en un vehículo ideal para realizar viajes. Se puede conversar tranquilamente sin que afecte el ruido del viento y la rodadura.
Por su parte, la caja de carga posee 1,50 metros de largo, 47,4 cm de altura y hasta 1,56 m de ancho, además de incluir lona, protector de plástico, ganchos de sujeción y toma de 12 voltios. La capacidad de carga es de 912 kilogramos (la gama soporta hasta 1.115 kg).
Junto con todo lo mencionado anteriormente incluye apoyabrazos central, entrada USB, levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas (con sistema de un toque sólo para el conductor), espejos eléctricos rebatibles automáticamente, seis parlantes (con buen sonido), control de velocidad crucero con comandos en el volante, asientos delanteros con calefacción, llave inteligente y botón de encendido de motor.
Todos los detalles, en la ficha técnica y de equipamiento (abajo).
La versión más equipada incluye controles de estabilidad y de tracción, airbags frontales, laterales delanteros y de cortina para las plazas delanteras y traseras (seis en total), luces LED delanteras (diurnas, altas y bajas) con buen poder, asistencia de arranque en pendiente, anclajes Isofix en el asiento trasero, alarma antirrobo, luces antiniebla delanteras, encendido automático de luces, cámara posterior, sensores de estacionamiento traseros y el interesante sistema de visión 360°, con cámaras en la parrilla, los espejos y el portón trasero, y se puede utilizar a baja velocidad.
No posee asistencias a la conducción, presentes en varios de sus rivales.
Más detalles, en la ficha de abajo.
Excepto la versión Confort (la más accesible de la gama, con 160 CV), todas las Alaskan utilizan el motor diésel 2.3 dCi biturbo (Euro 5) de Renault. Tiene cuatro cilindros, inyección directa de combustible common rail y cadena de distribución. Genera 190 caballos de potencia a 4.000 rpm y 450 Nm de torque entre 1.500 y 2.500 rpm. A eso suma el filtro de partículas (la limpieza se puede realizar de forma manual a través de una tecla). Utiliza gasoil grado 3.
Probamos la versión con la caja automática con convertidor de par, siete velocidades y modo manual desde el selector, junto con la tracción 4×4 con funciones 4×2 (trasera), 4×4 alta y 4×4 baja (reductora). La gama también tiene la caja manual con seis marchas y la tracción 4×2.
Como el modelo de la marca japonesa, la pick up del rombo sobresale entre la competencia por contar con una suspensión trasera que asocia el eje rígido con los brazos independientes y los resortes (en lugar de los clásicos elásticos utilizados por las pick ups del segmento).
La dirección posee asistencia hidráulica y los frenos tienen con discos ventilados delanteros y tambores en las ruedas posteriores.
El motor se destaca por su buena entrega desde bajas revoluciones, lo que asegura respuestas enérgicas en el tránsito urbano y la ruta. También brinda la fuerza necesaria en el manejo todo terreno, con un sonido que se hace presente en el interior, pero que no molesta.
Junto con la caja automática, con cambios rápidos y suaves y función manual (no realiza las marchas automáticamente cuando la aguja llega a la zona roja), el propulsor tiene prestaciones lógicas para una camioneta de su tamaño, con una aceleración de 0 a 100 km/h resuelta en 11,1 segundos y una recuperación de 80 a 120 km/h en 8,7 s.
Por su parte, los consumos de combustible también son razonables: 7,6 l/100 km a 100 km/h (el motor gira a unas 1.900 rpm), 10,5 litros a 130 km/h (unas 2.400 rpm) y 11,5 l en la ciudad.
Con un esquema trasero exclusivo en el segmento, las suspensiones entregan un sobresaliente confort de marcha para transitar en la ciudad y los caminos desparejos, como los de tierra. También ofrecen un buen desempeño dinámico en lo veloz y en las curvas, donde muestra balanceos de la carrocería, pero con una conducta que brinda seguridad y asistencias electrónicas que entran en acción rápidamente. Ideal para la utilización diaria y para diversas actividades.
Se desenvuelve bien en la conducción 4×4 gracias al sistema de tracción con reductora, el buen despeje del suelo, los ángulos de ataque (29,8°) y de salida (27,9°) y la robustez transmitida. Además, tiene control de descenso en pendiente, pero carece de bloqueo de diferencial trasero.
La dirección, por su parte, posee asistencia hidráulica y un funcionamiento algo pesado a baja velocidad. Por su parte, los frenos la detuvieron desde los 100 km/h en 43,7 metros, una cifra que podría ser mejor.
La Renault Alaskan Iconic AT 4×4 evaluada cuesta 5.202.200 pesos, lo que la ubica como una de las pick ups más caras del segmento, donde compite con modelos como las Chevrolet S10, Ford Ranger, Mitsubishi L200, Nissan Frontier, Toyota Hilux y Volkswagen Amarok. La gama de la pick up arranca con la versión Confort 4×2 manual (2.971.600) e incluye una garantía que abarca 5 años o 150.000 kilómetros, entre las mejores de la categoría.
Descargar, acá.
Aceleración 0 a 100 km/h: 11,1 segundos
Recuperación 80-120 km/h: 8,7 segundos
Frenada 100 km/h-0: 43,7 metros
Consumo urbano: 11,5 l/100 km
Consumo a 100 km/h: 7,6 l/100 km
Consumo a 130 km/h: 10,5 l/100 km
Diseño atractivo con el ADN de Renault. Gusta en la calle.
Ópticas con luces LED diurnas, altas y bajas con buen funcionamiento.
Los paneles laterales son conocidos. Linda silueta combinada con estribos y barras de techo y de caja de carga.
Atractivas llantas de aleación de 18″. Los neumáticos son para ruta.
La zona trasera tiene diseño exclusivo, con un look acertado.
Así anuncia Renault la presencia del motor más potente de la gama.
Para que no queden dudas de que es una Alaskan.
Ópticas y portón de caja exclusivos. El paragolpes debería incluir un escalón central para acceder a la caja.
Buen desempeño en el campo. Se destaca la robustez, el despeje y la insonorización.
Una de las cuatro cámaras que permiten la visión 360°. Interesante y muy práctico.
La caja de carga tiene ganchos de sujeción, protección de plástico y lona, pero carece de luz. Puede cargar 912 kilogramos.
El diseño es sencillo pero agradable. Los plásticos son rígidos y tienen buena calidad, como los encastres.
La novedad del habitáculo es el rombo en el centro del volante multifunción, con buen grip.
Teclas para desconectar el control de tracción, regenerar el filtro de partículas y abrir el tanque de combustible.
El tablero es completo y bien legible.
La pantalla central tiene colores y 5 pulgadas. Tiene mucha información.
Primer plano para el botón para encender y apagar el motor. Se combina con la llave inteligente.
Pantalla táctil de 8 pulgadas con funcionamiento rápido y acompañada por teclas físicas. Práctica.
La visión 360° es bienvenida para estacionar y para circular en lugares estrechos.
Eficiente climatizador automático con dos zonas.
Comando circular para cambiar las opciones de tracción. A su lado, la tecla para conectar el control de descenso.
Caja automática rápida y suave. El selector permite realizar cambios de forma manual.
Butacas delanteras con calefacción. Un plus de la Alaskan.
¿Butaca cómoda y con regulaciones eléctricas, incluida la lumbar.
Plazas traseras cómodas y con toda la seguridad.
Prácticas salidas de aire para las plazas traseras.
El apoyabrazos trasero incluye dos pasavasos. Cómodo.
El motor Renault empuja bien y tiene consumos lógicos. Le sienta bien.
Como la Frontier, la Alaskan tiene una suspensión trasera con eje rígido, brazos independientes y resortes. Logra un buen confort de marcha.
Alaskan, una nueva «chata» argentina para pelear en el segmento.