La inédita versión del hatchback fue desarrollada por Renault Sport, lo que le permite ser un deportivo en serio. Buenas prestaciones, dinámica ejemplar y sonido motivador.

BARRA NOTAS 3

Texto y fotos: Gastón Vanini.

PRESENTACION

En el año 2014 comenzaron los rumores sobre una versión deportiva y con motor 2.0 del Renault Sandero regional (fabricado en Brasil) de segunda generación, la cual se materializó el año pasado, cuando tuvo su presentación mundial durante el Salón del Automóvil de Buenos Aires.

Luego, llegó el turno del lanzamiento del modelo en el mercado argentino, donde está disponible desde el mes de mayo, cuando también se lanzó la versión GT, con estética deportiva.

El R.S. es un desarrollo de la división de altas prestaciones Renault Sport (de donde provienen las siglas), el primero de su tipo en ser producido fuera de Europa, lo que no es poco.

Para su concepción, R.S. tomó el Sandero convencional y le adoptó el motor 2.0/16v (F4R) utilizado por las Duster y Duster Oroch, mejorado y acompañado por otras modificaciones que lo volvieron muy deportivo.

DISEÑO

Sobre la base de la conocida carrocería de cinco puertas, la nueva variante suma una serie de cambios que resultaron muy acertados y le brindan un look bien deportivo que anticipa las intenciones de este Sandero pasional.

En el sector delantero posee las conocidas ópticas oscurecidas junto con parrilla exclusiva con diseño de panal de abejas y siglas R.S. debajo del Rombo. Pero lo que más llama la atención es el generoso paragolpes con gran entrada de aire, luces diurnas de LED integradas (no posee antiniebla) detalles de colores gris y negro brillante y spoiler inferior integrado.

Pasamos a los laterales y encontramos nuevos zócalos, más voluminosos y del color de la carrocería, además de espejos de color negro brillante (con luces intermitentes integradas), calcos que expresan el carácter deportivo y las vistosas llantas de aleación de 17 pulgadas, también con color negro brillante y con diseño agresivo. Decisión acertada.

A eso se le suma el despeje que es 4 centímetros más bajo, lo que le permite reducir el centro de gravedad y lucir aún más deportivo, mejor apoyado.

En la parte trasera, la marca francesa no escatimó en presentación, ya que el R.S. posee spoiler integrado a la luneta, ópticas oscurecidas y paragolpes específico que incluye un difusor de aire (de color gris) y doble salida de escape, un sistema muy especial del que hablaremos más adelante.

INTERIOR

Lo primero que se observa al abrir la puerta del conductor es la presencia de los apliques metálicos con la leyenda “Renault Sport” en los zócalos interiores, lo que nos da la bienvenida a un habitáculo con una personalización especial.

Pese a que el panel de a bordo es el mismo del Sandero convencional, incluyendo los materiales (con plásticos rígidos y correcta calidad) y el diseño conocidos, pero con algunas novedades que le imprimen el look deportivo necesario.

Nuevo en la gama Sandero, el volante posee tamaño justo, excelente tacto “gordito”, revestimiento de cuero y un sector inferior con las siglas R.S. flanqueadas por el color rojo, el cual también está presente en las costuras. Además, posee los comandos del control de velocidad crucero, mientras que en la columna de dirección se ubica el clásico comando satelital de audio del Rombo, muy práctico e intuitivo.

Otra de las claves de la personalización se encuentra en las salidas de aire del climatizador automático, con detalles de color rojo, también presente en las costuras del selector de caja, el cual posee el mismo diseño que en el resto de la gama, pero tiene revestimiento de cuero.

Por su parte, el tablero de instrumentos se diferencia por la personalización exclusiva aunque discreta, con agujas de color rojo y una escala específica. Mantiene el display a la derecha, donde se ubica la computadora de a bordo, el odómetro y el medidor de combustible, entre otras indicaciones.

Párrafo aparte para las nuevas butacas, que cuentan con tapizado de tela con líneas longitudinales con dos colores, costuras rojas, y una sujeción ejemplar gracias a los generosos pétalos presentes tanto en el cojín como en el respaldo, cuya parte superior es de color claro y el apoyacabezas cuenta con las siglas R.S. Además, tienen generosa regulación de altura. La posición de manejo está limitada debido a que el volante regula solamente en altura y la pedalera es poco profunda, lo que perjudica a los más altos.

Las nuevas butacas delanteras ocupan más espacio, algo que se nota en las plazas traseras. Igualmente, el Sandero continúa ofreciendo un correcto espacio a lo largo y en altura (incluso para tres pasajeros), junto con cojín y respaldo planos que simplifican las cosas. La contra pasa por la ausencia del apoyacabezas y el cinturón inercial para la quinta plaza, piezas que deberían ser parte de esta versión.

El R.S. también saca a relucir el baúl de 320 litros de capacidad, uno de los más generosos del segmento B. Pero el respaldo trasero es rebatible de forma completa, es decir sin opción 60/40.

La insonorización es discreta y deja entrar el sonido del viento, la rodadura y el escape. Como dijimos, se trata de un sistema electrónico que puede variar el sonido, aportando un “ronquido” muy agradable que incita a la aceleración pero que no llega a molestar en el uso diario.

En otro orden, la visibilidad desde el habitáculo hacia el exterior es correcta, mientras que las luces bajas y altas cumplieron bien su función.

EQUIPAMIENTO

El R.S. toma la base de equipamiento del Sandero Privilege, el más completo de la gama, por lo que tiene lo más importante: levantavidrios en las cuatro puertas, Media Nav con pantalla a color táctil de 7 pulgadas, navegador, Bluetooth y USB, climatizador automático, control y limitador de velocidad, indicador de cambio de marcha, sensor de estacionamiento trasero, computadora de a bordo, cierre centralizado de puertas y automático en rodaje y asiento de conductor regulable en altura, entre otros.

Por su parte, el auxilio es del tipo temporal y permite circular a velocidades de hasta 80 km/h.

En la consola central, entre los comandos de los levantavidrios traseros (mal ubicados), se encuentra la tecla “mágica” RS, mediante la cual se comanda un sistema electrónico que permite variar con tres opciones el desempeño del vehículo.

El modo Estándar (cuando se enciende el motor) posee el control de estabilidad y el indicador de cambio de marcha activados. Con el primer toque a la tecla se pasa al modo Sport, que sube el régimen cuando el motor está regulando, ofrece respuestas más sensibles de los pedales, el indicador de cambio de marchas se programa para alta performance, la electrónica del motor cambia para alto desempeño y el sonido del escape, con sistema electrónico, se hace más deportivo, es decir con mayor sonido. Además, aquí entra en acción una alarma que indica cuando llegamos a la zona roja del cuentavueltas. Un segundo toque a la tecla ofrece la función Sport+, que además de todo lo mencionado en el Sport, desconecta por completo el ESP: comienza la diversión.

Más detalles sobre el equipamiento, en la lista de abajo.

SEGURIDAD

En este rubro, la gran novedad es la presencia del ya mencionado control de estabilidad, por primera vez disponible en el Sandero regional. Indispensable en una versión de altas prestaciones y acompañado por el control de tracción y el asistente de arranque en pendientes. A eso se le suman las luces diurnas de LED delanteras.

Pero no todas son buenas. Carece de luces antiniebla delanteras y apoyacabezas y cinturón de seguridad para la quinta plaza, como mencionamos anteriormente. Además, tiene sólo dos airbags, como el resto de la gama. Tratándose de una versión deportiva y especial, podría contar con más bolsas, al menos las laterales delanteras.

MOTOR Y CAJA

Para esta versión, Renault utiliza el conocido y probado motor F4R, un naftero con cuatro cilindros y 16 válvulas que también está presente en la gama Duster. Sin embargo, recibió algunas mejoras en línea con la propuesta del modelo. Entre los cambios figuran el aumento de un 20% de la inyección, el incremento del tamaño del colector de admisión y la reubicación del conducto de aire frio. A todo eso se le suma un software con nueva calibración a cargo de Renault Sport y un sistema de escape con mayor diámetro desde el múltiple hasta el silenciador, lo que traduce en la mejor liberación de presión.

En concreto, el propulsor desarrolla 145 caballos de potencia a 5750 rpm y 198 Nm ó 20,2 kgm de torque cuando gira a 4000 revoluciones, cifras que le permiten entregar buenas prestaciones teniendo en cuenta la relación entre peso y potencia de 8 kg/CV.

Se combina con una caja manual con seis marchas que sorprende por sus relaciones bien cortas, lo que permite aprovechar las bondades del F4R. Por ejemplo, a 100 km/h en sexta gira a elevadas 3000 rpm, y a 130 km/h trepa hasta las 3800 revoluciones. En la práctica, permite resolver esquinas en tercera marcha sin problemas y conectar la cuarta y la quinta en avenidas, haciendo gala de la buena respuesta desde bajas rpm. Además, el selector posee recorridos bastante cortos y precisos, aunque carece de tacto deportivo.

Pese a carecer de la contundencia de un motor sobrealimentado (cuando se enciende el turbo), el 2.0 ofrece una notable reacción desde bajas revoluciones y una progresividad que le permite llegar rápidamente al corte de inyección entregando potencia y sumando velocidad. Brinda buenas sensaciones y mejora notablemente las prestaciones del 1.6/16v.

Con este conjunto, el Sandero R.S. acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos, de 0 a 400 metros en 16,5 segundos y de 0 a 1000 metros en 31. Por el lado de las recuperaciones, pasa de 80 a 120 km/h en 5º en 7,8 segundos y en 6º en 11,5. Cifras que combinadas con la nueva suspensión ofrecen sensaciones bien deportivas.

En cuanto a los consumos, gasta unos 10,5 litros cada 100 kilómetros en la ciudad, 6,5 en ruta a 100 km/h constantes y 8,5 cuando circula a 130 km/h. Valores lógicos teniendo en cuenta el carácter deportivo.

La suspensión delantera independiente tipo McPherson y la trasera semi-independiente con eje torsional, es decir los mismos esquemas presentes en el Sandero convencional, fueron recalibrados con el objetivo de lograr un comportamiento muy deportivo.

Los amortiguadores tienen apoyos de impacto en poliuretano y los resortes son 92% y 10% más rígidos en los ejes delantero y trasero respectivamente. Además, las barras de torsión son 17% (adelante) y 65% (atrás) más rígidas, y el despeje tiene 4 centímetros menos que en el Sandero normal, lo que le permite reducir el centro de gravedad y “pegarlo” más al suelo.

El objetivo de Renault Sport en el rubro fue cumplido con creces. El Sandero R.S. es un tren en lo derecho, con una firmeza que lo lleva “pegado” al asfalto y que brinda mucha seguridad. Esto permite alcanzar altas velocidades sin darnos cuenta.

Pero no es lo único. El hatchback se luce también a la hora de encarar curvas de todo tipo con una estabilidad que sorprende por las respuestas francas que le permiten mantener la línea, brindando un gran margen dinámico. Además, las inclinaciones de la carrocería son moderadas, lo que también contribuye al carácter deportivo.

De esta forma, el R.S. brinda diversión -con seguridad- y adrenalina detrás del volante, algo que no es tan fácil de conseguir, y menos aún en el segmento chico.

En la ciudad, el Sandero es un auto muy duro que copia todo lo que encuentra en su camino, producto de las suspensiones rígidas y los neumáticos de perfil bajo (205/45).

Por su parte, la dirección tiene asistencia electro-hidráulica, es decir con un sistema hidráulico accionado por un motor eléctrico (en el Sandero convencional es movido por el motor del auto). Su accionamiento es pesado, como debe ser en un deportivo, y muestra una marcada resistencia que brinda una sensación de “poder” en el manejo deportivo, donde también se luce con la respuesta directa. Además, es directa y se combina con un volante con generoso aro que ofrece excelente tacto.

En cuanto a los frenos, la marca lo dotó con un sistema exclusivo que incluye, por primera vez en el Sandero regional, discos traseros (con 240 Nm). Sin embargo, sobresalen los delanteros, con un generoso diámetro de 280 mm y mayor espesor. El conjunto también posee nuevas pinzas, conjunto que le permite detener el vehículo de 100 km/h a cero en 39 metros y de 140 a cero en 77,5, cifras correctas que brindan buenas sensaciones.

PRECIO Y GARANTÍA

Otra de las ventajas del Sandero RS es el precio. Cotiza a 306.600 pesos, lo que le permite contar con una buena relación precio/producto. La garantía es de 3 años ó 100 mil kilómetros, mientras que el auto del segmento más cercano, pero con menos carácter deportivo y más potencia, es el Peugeot 208 GT, que cuesta 415.900 pesos.

FICHA TÉCNICA

Motor: naftero, transversal, cuatro cilindros en línea, 16 válvulas

Cilindrada: 1998 cc.

Alimentación: inyección electrónica multipunto secuencial

Potencia: 145 CV a 5750 rpm

Torque: 20,2 kgm ó 198 Nm a 4000 rpm

Caja: manual con seis velocidades

Tracción: delantera

Suspensión delantera: independiente tipo McPherson con resortes deportivos 

Suspensión trasera: semi-independiente con topes de poliuretano y barras de torsión deportivas

Frenos: discos ventilados delanteros (280 mm), discos traseros (240 mm). ABS

Dirección: con asistencia electrohidráulica

Neumáticos: 205/45 x 17″

Estructura: autoportante

Largo/ancho/alto/entre ejes: 4068/1733/1499/2590

Tanque de combustible: 50 litros

Peso en orden de marcha: 1161 kilos

Aceleración 0 a 100 km/h: 9 segundos

Aceleración 0 a 1000 metros: 31 segundos

Velocidad máxima oficial: 200 km/h (valor de fábrica)

Recuperación 80-120 km/h en 5º: 7,8 segundos

Recuperación 80-120 km/h en 6º: 11,5 segundos

Frenada 100 km/h-0: 39 metros

Frenada 140 km/h-0: 77,5 metros

Consumo urbano:  10,5 l/100 km

Consumo a 100 km/h: 6,5 l/100 km

Consumo a 130 km/h: 8,5 l/100 km

EQUIPAMIENTO

Controles de estabilidad y tracción, doble airbag frontal, ABS, luces diurnas delanteras de LED, climatizador automático, asistente de arranque en pendientes, limitador y regulador de velocidad, sensor de estacionamiento trasero, indicador de cambio de marcha, cierre centralizado de puertas y automático en rodaje, levantacristales eléctricos (4), computadora de a bordo multifunción, asiento de conductor y volante regulables en altura, RS Drive (tres modos de funcionamiento), controles de audio detrás del volante y Media Nav Evolution con pantalla táctil de 7″, navegador, Bluetooth y USB.

LO BUENO

*Presentación exterior

*Motor/caja/prestaciones

*Comportamiento dinámico/tacto deportivo

*Sistema de escape/sonido

*Habitabilidad/baúl

*Relación precio/producto

*Faltantes de confort

*Faltantes de seguridad

*Posición de manejo

*Auxilio temporal

BARRA NOTAS 3

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Por Gastón Vanini

Periodista especializado en industria automotriz.

Un comentario en «Prueba: Renault Sandero R.S. 2.0»

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