Se trata de la versión con estética deportiva basada en la Highline lanzada en marzo. Detalles propios en el exterior y el habitáculo, junto con el motor 2.0 TSI y la caja DSG.
Desde marzo, la la octava generación del Volkswagen Passat, el modelo perteneciente al segmento D, está disponible a través de la versión Highline (ver informe de lanzamiento).
La marca alemana realizó hoy la presentación oficial del modelo con un estreno: la variante R-Line, encargada de introducir el paquete deportivo en el mercado argentino. Se trata de una opción basada en la versión Highline y diferenciada por la imagen tanto exterior como interior.
Ambos llegan desde Alemania sólo con carrocería sedán (en Europa también está disponible la familiar Variant), lo que da lugar a una gama con dos opciones.
En este rubro se encuentran los primeros cambios en comparación con el Highline, ya que el paquete incluye parrilla exclusiva con logotipo R en el lateral izquierdo, paragolpes delantero y trasero con estilo deportivo, faldones laterales aplicados a los zócalos y llantas de aleación (diseño Verona) con 19 pulgadas de diámetro.
Otras de las novedades del R-Line respecto del Highline están en el habitáculo, donde cuenta con techo de color negro, tapizado de cuero Nappa RLine, volante deportivo, pedalera de aluminio y apliques Silver Rise (de color gris) en el panel de a bordo y las puertas.
Este Passat además tiene cinco plazas, tablero completamente digital y pantalla táctil de 8 pulgadas en la consola central.
Al igual que el nivel Highline, cuenta con asientos delanteros con regulaciones eléctricas, memorias, calefacción y masajes para conductor, techo solar eléctrico, sensor de lluvia, control de velocidad crucero, sistema de estacionamiento Area View con ayuda activa, selección de perfil de conducción con chasis adaptativo, freno de estacionamiento eléctrico con Auto Hold y sistema multimedia Discover Pro con pantalla táctil de 8 pulgadas, control por voz, navegador, AppConnect y memoria interna de 64 GB.
Más detalles, en la ficha Técnica.
Como el Highline, incluye controles electrónicos de estabilidad y tracción, nueve airbags (frontales, laterales delanteros y traseros, de cortina y para las rodillas del conductor), anclajes Isofix, luces antiniebla delanteras y trasera, asistente de arranque en pendientes, monitoreo de presión de neumáticos, luces delanteras full LED y luces traseras de LED.
Tampoco hay novedades en la mecánica respecto del Highline. El motor naftero 2.0 TSI posee cuatro cilindros, inyección directa de combustible y turbocompresor, sistemas con los que genera 220 caballos de potencia y 350 Nm de torque cuando gira entre 1500 y 4400 rpm.
La caja es la automática DSG, con sistema de doble embrague, seis marchas, función Sport y levas ubicadas en el volante. Se asocia con la tracción a cargo de las ruedas delanteras y con diferencial electrónico XDS.
Con este conjunto, la marca declara una aceleración de 0 a 100 km/h resuelta en 6,7 segundos y una velocidad máxima de 246 km/h.
El nuevo Volkswagen Passat R-Line es comercializado con un precio de 65.000 dólares, lo que se traduce en aproximadamente un millón de pesos (dólar a 15,40 pesos). El Highline cotiza a 59.900 (unos 922 mil pesos) y la garantía cubre 3 años o 100 mil kilómetros. El único rival del modelo es el Ford Mondeo, que no ofrece una versión con estética deportiva.
El Passat Highline, durante la presentación oficial del modelo.