Prueba: Chery Tiggo 4 Comfort 2.0 MT

Probamos una de las dos versiones del SUV de la marca china disponible en Argentina. Equipamiento sufuciente y motor 2.0 atmosférico combinado con la caja manual de cinco marchas.

Texto y fotos: Gastón Vanini.

Desde que llegó al mercado argentino en 2008, Chery siempre se destacó por su gama Tiggo, con diferentes propuestas ubicadas en el segmento de los SUV. Uno de los modelos actuales es el Tiggo 4, en el segmento B y con una gama compuesta por las versiones Comfort con caja manual o automática CVT. Probamos la primera opción.

El Tiggo 4 cuenta con un diseño exclusivo y atractivo que se destaca por una interesante propuesta frontal en el que sobresalen la forma de las ópticas, la parrilla -con cromados y color negro brillante- y el paragolpes, que aloja a las luces LED diurnas y a un aplique inferior gris.

En los laterales se lucen la línea de cintura ascendente, las barra de techo y las vistosas llantas de aleación de 17 pulgadas combinadas con los neumáticos con medida 215/60, mientras que la zona trasera también es atractiva gracias al diseño de las ópticas dobles que se fusionan con el listón cromado que recorre el portón.

Entre las dimensiones posee 4,32 metros de longitud, 1,83 de ancho, 1,66 de altura y 2,61 de distancia entre ejes.

Como el exterior, el interior posee una propuesta interesante a través de un diseño agradable y una buena calidad general, con plásticos con diferentes texturas y una superficie blanda en la zona superior del panel de a bordo. A eso se suma el aplique frontal rugoso.

El tablero cuenta con dos instrumentos de aguja bien legibles para el velocímetro y el cuentavueltas, mientras que la pantalla central es monocromática y pequeña, con funciones de la computadora de a bordo se comanda desde la tecla ubicada en el tablero; incómodo.

En la zona central del panel hay una pantalla táctil de 9 pulgadas con funcionamiento rápido y muchas configuraciones, entre ellas el fondo. También incluye los datos del climatizador, que es manual y tiene aire acondicionado. Y posee prácticos comandos físicos -incluido uno giratorio- cercanos al selector de la caja.

La posición de manejo es adecuada pese a que el volante multifunción, con cuero y buen tacto, tiene sólo regulación de altura. La butaca, por su parte, tiene un diseño atractivo, es cómoda y regula su altura, mientras que los tapizados de tela son agradables.

Por otro lado, el Tiggo 4 posee una insonorización adecuada y plazas traseras muy cómodas con un asiento acolchado y buen espacio para las piernas y la cabeza, también en el lugar central. El baúl, por su parte, posee sólo 340 litros; es uno de los más pequeños del segmento y su capacidad se puede ampliar a través del respaldo dividido por tercios. Debajo de su piso hay otra contra: la rueda de auxilio temporal (fina), con llanta de acero y neumático con medida 125/80 R17.

Además de lo ya mencionado, el equipamiento incluye encendido automático de luces (también se regulan eléctricamente), levantavidrios (con un toque) y espejos eléctricos, apertura de baúl a distancia, control de velocidad crucero y sistema multimedia con conectividad con teléfonos a través Android Auto, Apple CarPlay, Bluetooth y USB. Por el momento, la gama no posee una versión “full” con más equipamiento.

Más información, en la ficha de abajo.

Tiene frenos con ABS y distribución electrónica (EBD), controles de estabilidad y tracción, asistencia de arranque en pendiente y sólo doble airbag frontal, lo que lo pone en desventaja en comparación con los modelos de la competencia, con hasta seis bolsas de aire. Además, posee cinco apoyacabezas y cinturones inerciales, anclajes Isofix, luces antiniebla delanteras y trasera y cámara y sensores de estacionamiento traseros.

Más equipamiento de seguridad, abajo.

Las dos versiones presentes en el mercado argentino utilizan el motor naftero 2.0 DVVT con cuatro cilindros y 16 válvulas que genera 122 caballos de potencia a 5.500 rpm y 180 Nm cuando gira a 4.000 revoluciones. En la unidad probada se combina con la caja manual de cinco marchas, pero la gama también posee la automática CVT, con sistema continuamente variable. La única opción de tracción es la delantera.

La dirección posee asistencia hidráulica, mientras que la suspensión es independiente en las cuatro ruedas y los frenos cuentan con cuatro discos.

El SUV de marca china ofrece una dirección con una asistencia adecuada, mientras que la caja posee un selector con accionamiento corto y preciso, aunque con algunos ruidos en el paso de las marchas.

El motor atmosférico ofrece un funcionamiento adecuado para sus características. Suficiente para la utilización diaria, se destaca más por el torque que por la potencia, ambos con su máxima entrega en la zona alta del cuentavueltas. Posee aceleraciones lógicas para sus cifras, con un 0 a 100 km/h resuelto en unos 11,4 segundos.

El consumo de combustible, por su parte, se ubica en unos 10,4 l/100 km en la ciudad y unos elevados 7,5 l/100 km en ruta a 100 km/h.

Las suspensiones independientes en las cuatro ruedas brindan un muy buen confort de marcha en la ciudad, donde además se destaca la robustez para pasar por superficies en mal estado, cunetas y reductores de velocidad. Cuando salimos a la ruta ofrece un comportamiento correcto, con algunas inclinaciones en las curvas.

Los frenos, por su parte, se destacan por la presencia de los cuatro discos, aunque detuvieron al Tiggo 4 en 43,1 metros, una cifra mejorable.

La Chery Tiggo 4 Comfort 2.0 manual tiene un precio de lista seductor: 20.600 dólares. La garantía también se destaca con 5 años o 100.000 kilómetros. Algunos de sus rivales son los Chevrolet Tracker, Hyundai Creta, Jeep Renegade, Kia Seltos, Nissan Kicks, Renault Duster y Volkswagen T-Cross.