El SUV nacional utiliza un motor naftero de tres cilindros que está presente en todas las versiones de la gama presente en Argentina.
La Chevrolet Tracker producida en Argentina (en la planta de ) posee una sola alternativa de motor que está disponible en todas las versiones de la gama, integrada por las versiones Tracker MT, Tracker AT, LTZ y Premier.
¿Qué motor tiene la Chevrolet Tracker?
El protagonista de la mecánica del SUV perteneciente al segmento B es un naftero 1.2 turbo con tres cilindros en línea, bloque de aluminio, doble árbol de levas a la cabeza, cuatro válvulas por cilindro (12 en total) y doble control variable de válvulas.
Ubicado en posición transversal, este motor además cuenta con la presencia de la inyección electrónica de combustible (indirecta), la sobrealimentación a través de un turbocompresor y una relación de compresión de 10,5:1.
Con estas características, el propulsor naftero 1.2T de la Tracker entrega una potencia máxima de 132 caballos (equivalente a 97 KW) a 5.500 rpm y un torque máximo de 190 Nm o 19,4 kgm cuando funciona a partir de las 2.000 rpm.
Por otro lado, el motor incluye una correa de distribución dentada sumergida en aceite, colector de escape integrado y bomba de aceite con doble tapa de presión variable. En el lanzamiento local, la marca anunció que el 1.2T posee un mantenimiento hasta un 50 por ciento más económico.
El motor trabaja conjuntamente con una caja manual de cinco marchas (sólo disponible en la versión Tracker MT, la más accesible de la gama) o con la caja automática con convertidor de par, seis velocidades, modo manual (desde el selector) y función L (Low). Todas las versiones tienen tracción delantera.
