Durante el último trimestre de 2017 arribará la renovada gama mexicana y en 2018 lo harán el híbrido GTE con 204 caballos y el deportivo R con 310 CV y tracción integral. 

En el marco de una reunión que incluyó la presencia de Auto en Acción, Volkswagen Argentina confirmó las nuevas fechas para la renovación completa de la gama Golf en el mercado local.

El primer cambio para el hatchback del segmento C será el lanzamiento de la nueva gama mexicana, que mantendrá los motores nafteros 1.6, 1.4 TSI y 2.0 TSI (GTI), los cuales se asociarán con cambios en el diseño exterior, la presentación interior y el equipamiento. Llegará entre los meses de octubre y noviembre.

Así es el renovado Golf mexicano.

Luego será el turno del Golf R, la llamativa variante deportiva presentada en junio durante el Salón de Buenos Aires. Originalmente, su llegada estaba prevista para fines de este año. Sin embargo, los tiempos se dilataron y el modelo finalmente arribará a mediados de 2018.

La mecánica del Golf R fabricado en Alemania está conformada por el motor naftero 2.0 TSI con inyección directa, turbocompresor e intercooler. Entrega 310 caballos de potencia y se combina con la caja automática de doble embrague DSG con siete marchas y la tracción integral.

Golf R con 310 CV de potencia.

Por último, durante el segundo semestre del año próximo, la marca incorporará otra variante europea del hatchback. Se denomina GTE, es híbrida enchufable y propone comportamiento y prestaciones deportivas junto con bajos consumos de combustible.

La mecánica de este modelo incluye el motor naftero 1.4 TSI con 150 CV de potencia y 250 Nm de torque, y uno eléctrico con 102 CV. De esta forma, el conjunto entrega 204 caballos de potencia y 350 Nm de torque máximo, mientras que el consumo combinado varía entre los 1,6 y 1,8 litros de nafta cada 100 kilómetros, la aceleración de 0 a 100 km/h es de 7,6 segundos y la velocidad máxima se ubica en los 222 km/h.

GTE, el híbrido enchufable de la familia Golf.

La batería del GTE es de iones de litio y permite la recarga mediante un enchufe convencional de una casa, además de generar energía durante las fases de desaceleración y frenado. Además, permite circular 50 kilómetros prescindiendo del motor de combustión.

Por Gastón Vanini

Periodista especializado en industria automotriz.

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