La versión más accesible del hatchback nacional ahora está disponible con la caja automática con seis velocidades. Una opción interesante por equipamiento y mecánica, con el eficiente motor 1.4 turbo de 153 caballos. 




Texto y fotos: Gastón Vanini.

La gama del Chevrolet Cruze, el modelo del segmento C producido en la planta de Alvear, Santa Fe, sumó en enero la versión LT con caja automática (ver más), anteriormente disponible sólo con los niveles de equipamiento LTZ y Premier.

Es una opción interesante que combina un buen equipamiento -para una variante de entrada de gama- con un eficiente conjunto mecánico. Nos subimos al Cruze 5 con carrocería hatchback (el modelo también está disponible con la silueta sedán), perteneciente a un segmento donde quedan pocas alternativas.

El acertado rediseño frontal adoptado en 2019 se combina con la configuración frontal compartida con la versión Premier (la más equipada de la gama). Posee parrilla con barra y marco cromados, ópticas sin proyector ni luces LED diurnas, aunque con buena iluminación, y paragolpes con aplique cromado en sus extremos.

En los laterales cuenta con espejos y manijas de puertas con el color de la carrocería junto con llantas de aleación grises de 17 pulgadas combinadas con los neumáticos con perfil bajo (215/50). Además, prescinde de los cromados de las otras versiones y en la zona trasera posee un paragolpes con estilo deportivo y salida de escape cromada, valorada en la versión de acceso a la gama. Y se diferencia de las otras versiones por sus ópticas, con diseño interior específico y sin luces LED.

Entre las dimensiones tiene 4,45 metros de longitud, 2,04 de ancho (incluidos los espejos), 1,48 de altura y 2,70 de distancia entre ejes, la misma del sedán.

Lanzado por primera vez en 2016, y con el interesante rediseño que evolucionó su imagen exterior, el Cruze continúa siendo atractivo gracias al logrado sector delantero con la identidad de la marca del moño, una silueta moderna y una zona trasera con look deportivo.

El Cruze LT ofrece un habitáculo con un atractivo diseño en el que se destaca el panel de a bordo totalmente negro (en la Premier suma el color marrón) y con líneas suaves y material superior rígido, pero con una textura muy agradable al tacto. También tiene una zona inferior con aplique con cuero y costuras que contribuyen a la buena calidad general del interior.

El hatchback además cuenta con un volante multifunción en el que sobresale el diseño de las teclas, el cuero y la regulación de altura y profundidad que, junto con el ajuste de altura de la cómoda butaca con cuero, permite lograr una excelente posición de manejo que invita a realizar viajes largos.

El acertado tablero de instrumentos posee velocímetro y cuentavueltas grandes y bien legibles, además de otras dos agujas para la temperatura del motor y el nivel de combustible en el tanque (con 52 litros). A eso se suma la pantalla central monocromática con mucha información, incluido el velocímetro digital y el medidor de la presión de los neumáticos. En el centro de la escena está la pantalla táctil de 7 pulgadas para el sistema multimedia; es rápida y está acompañada por prácticos comandos físicos.

Las plazas traseras, por su parte, brindan un buen espacio para las piernas y la cabeza de dos adultos y apoyabrazos central, pero carece de salidas de aire del climatizador. El Cruze además tiene una insonorización adecuada y un baúl algo pequeño con 290 litros (el sedán tiene 440 l). Debajo del piso está la fina rueda de auxilio temporal, una solución inadecuada que sólo permite circular a velocidades de hasta 80 km/h.

El LT posee un equipamiento interesante que además de lo mencionado anteriormente contiene climatizador automático de una zona, computadora de a bordo, control de velocidad crucero, OnStar (la tecnología exclusiva de la marca que brinda diferentes servicios), Internet Wi-Fi y sistema multimedia con pantalla táctil de 7 pulgadas, USB, reconocimiento de voz y conexiones con Android Auto y Apple CarPlay.

Más equipamiento, en la ficha de abajo.

Posee una buena dotación que incluye ABS con distribución electrónica de frenado, controles de estabilidad y de tracción, airbags frontales, laterales y de cortina (6), cámara trasera, monitoreo de presión de neumáticos, sensores de estacionamiento traseros, alarma antirrobo, anclajes Isofix y luces antiniebla delanteras.

Probado por Latin NCAP en 2019, el Cruze nacional obtuvo cinco estrellas (la nota máxima) para el cuidado de adultos y cuatro estrellas para la protección de niños. Asimismo, se destacó gracias a la estructura estable del habitáculo.

También producido en la planta argentina, el motor naftero 1.4 tiene cuatro cilindros, inyección directa de combustible, comando variable de válvulas y turbocompresor. Genera 153 caballos de potencia a 5.000 rpm (el 90% entre 1.500 y 5.000 rpm) y 245 Nm de torque cuando trabaja a 2.000 rpm. En la versión probada se combina con la caja automática con convertidor de par, seis velocidades y modo manual desde el selector.

La suspensión, por su parte, tiene un esquema independiente delantero y otro semi-independiente con tubo de torsión en la parte trasera. Además, tiene dirección con asistencia eléctrica y frenos con discos ventilados delanteros y discos sólidos traseros.




Cuando inciamos la marcha sobresale el funcionamiento del motor turbo combinado con la caja automática. Es un conjunto eficiente y con un gran empuje que brinda agradables sensaciones tanto en la ciudad como en la ruta, donde permite un buen ritmo y sobrepasos rápidos. Además, tiene el sistema Start/Stop (apagado y encendido automático del motor), que se puede desactivar con una tecla en la consola central.

Las prestaciones deportivas confirman las sensaciones mencionadas anteriormente: acelera de 0 a 100 km/h en sólo 8,7 segundos y pasa de 80 a 120 km/h en 6 segundos.

Los consumos de combustible son contenidos: necesita uno 10,3 l/100 km en la ciudad, 6 l/100 km a 100 km/h y 7,5 l/100 km a 130 km/h. Los frenos, por su parte, lo detuvieron en correctos 40 metros.

El Cruze además se destaca por brindar una conducción muy agradable en todo momento. En la ciudad, valoramos la asistencia de la dirección y el buen confort de marcha (algo que sería aún mejor con neumáticos con mayor perfil), mientras que el despeje puede generar algún roce en las cunetas más grandes.

En la ruta, el Cruze ofrece un excelente comportamiento dinámico. La dirección sobresale por una precisión que genera reacciones rápidas, mientras que las suspensiones permiten resolver curvas con buen ritmo y reacciones seguras.

El nuevo Chevrolet Cruze 5 LT automático probado tiene un precio de lista con un tope para que no ser alcanzado por los impuestos internos. Cuesta 3.726.900 pesos, como el resto de la gama, que además posee las versiones LT manual, LTZ AT, RS AT y Premier AT. De esta forma, el cliente conocerá el precio real en los concesionarios oficiales de la marca, que además ofrece una garantía que cubre 3 años o 100.000 kilómetros.

BARRA NOTAS 3

Decargar, acá.

Aceleración 0 a 100 km/h: 8,7 segundos

Recuperación 80-120 km/h: 6 segundos

Frenada 100 km/h-0: 40 metros

Consumo urbano:  10,3 l/100 km

Consumo a 100 km/h: 6 l/100 km

Consumo a 130 km/h: 7,5 l/100 km

             BARRA NOTAS 3






Por Gastón Vanini

Periodista especializado en industria automotriz.

Un comentario en «Prueba: Chevrolet Cruze 5 LT automático»

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