Nos subimos a la versión más básica de la pick up fabricada en Argentina. Motor turbodiésel de 160 caballos y caja manual.
Texto y fotos: Gastón Vanini.
Lanzada en Argentina a fines de 2020 (leer), la Renault Alaskan posee una gama compuesta por ocho versiones. Ya probamos la “full” Iconic (leer) y ahora nos subimos a la Confort 4×2, la opción más básica e ideal para el trabajo.
La pick up mediana es producida en la Fábrica Santa Isabel de Córdoba junto con la Nissan Frontier (prueba), renovada recientemente (ver más), en la que está basada. Sin embargo, ambos modelos se diferencian por el diseño y otras características.
La configuración exterior incluye un paragolpes delantero con el mismo color de la carrocería y con la presencia de las luces diurnas, halógenas y en el lugar habitual de los antiniebla. También cuenta con apliques cromados en la parrilla y la línea de cintura, detalles que no son frecuentes en las opciones básicas. También posee espejos y manijas de plástico negro, color que se extiende al paragolpes trasero (brillante).
La pick up del rombo además posee llantas de acero de 16 pulgadas acompañadas por neumáticos 255/70, una medida acertada para el trabajo, más inmune para las roturas y que brinda beneficios para el confort de marcha.
Entre las dimensiones, la “chata” posee 5,32 metros de longitud, 1,85 de ancho (2,08 con espejos), 1,81 de altura y 3,15 de distancia entre los ejes.
Mantiene el diseño agradable y la buena calidad general que ya comprobamos en la versión “full”, aunque -lógicamente- muestra un estilo más simple. El volante perdió algunos comandos, pero sigue ofreciendo las teclas para la radio y la telefonía manos libres. El tablero, por su parte, posee grandes velocímetro y cuentavueltas acompañados por una pantalla monocromática para la computadora de a bordo, con un comando alejado del conductor (en el mismo tablero).
La consola central es totalmente negra (no posee apliques de color) y aloja a una radio integrada sin pantalla táctil, pero con teclas y ruedas grandes y prácticas. Más abajo está el climatizador manual, con teclas de buena calidad. Y en los extremos del panel carece de los posavasos; en su lugar hay espacios para objetos.
La posición de manejo es adecuada gracias a la regulación de altura del volante (sería aún mejor con el ajuste de profundidad) y de la butaca, cómoda y con un agradable tapizado de tela con dos colores y costuras a la vista.
Las plazas traseras ofrecen buen espacio para las piernas y la cabeza, además de un asiento cómodo. La Confort además se destaca por mantener las salidas de aire del climatizador y el apoyabrazos central con posavasos. A eso se suma la muy buena insonorización del habitáculo.
La caja de carga cuenta con 1,50 metros de largo, 47,4 cm de altura y hasta 1,56 m de ancho. No posee protección de plástico ni lona, pero ofrece cuatro ganchos de anclaje. La versión más accesible es la que además posee la mayor capacidad de carga: 1.115 kilogramos.
Además de todo lo mencionado anteriormente, la versión Confort incluye apoyabrazos central, entrada USB, protector de cárter, cierre centralizado de puertas a distancia, levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas (con sistema de un toque para el conductor), radio con reproductor de CD, entradas auxiliar y USB y Bluetooth para audio y telefonía y dos parlantes delanteros. Los espejos exteriores, por su parte, tienen regulación manual desde la misma pieza; incómodo.
Más equipamiento, en la ficha de abajo.
Cuenta con ABS con repartidor electrónico de frenado (EBD) y asistencia a frenada de urgencia (AFU), controles de estabilidad y de tracción, doble airbag frontal, luces diurnas delanteras (halógenas, como las principales), asistencia al arranque en pendiente, anclajes Isofix y cinco apoyacabezas y cinturones inerciales.
Entre los faltantes están las bolsas de aire laterales y de cortina (las camionetas de la competencia tienen hasta siete) y los sensores de estacionamiento traseros.
Más detalles, abajo.
La Confort es la única de la gama de Alaskan con el motor diésel 2.3 dCi con cuatro cilindros, inyección directa common rail, un turbocompresor y cadena de distribución, que genera 160 caballos a 3.750 rpm y 403 Nm de torque entre 1.500 y 2.500 revoluciones (las otras opciones tienen el propulsor biturbo con 190 caballos y 450 Nm).
La única caja disponible es la manual con seis marchas, mientras que la tracción de la unidad de pruebas es 4×4, presente en las ruedas traseras (también está disponible la opción 4×4 con reductor).
La pick up de Renault además sobresale en el segmento (junto con la Frontier) por sus suspensiones con un esquema trasero que asocia el eje rígido con los brazos independientes y los resortes (en lugar de los clásicos elásticos de la mayoría de las pick ups). Por su parte, la dirección tiene asistencia hidráulica y los frenos cuentan con discos ventilados delanteros y tambores traseros.
Pese a que las cifras de potencia y torque ya lo anticipan, el motor turbodiésel sorprende gratamente por su entrega, con un empuje contundente desde bajas revoluciones (aproximadamente las 1.500 rpm) que permite una conducción ágil en el manejo urbano y en lo veloz, por ejemplo, para realizar sobrepasos en ruta. Por su parte, la caja manual tiene un selector largo como el recorrido de su accionamiento, que además tiene una marcha atrás a la que hay que habituarse.
Acelera de 0 a 100 km/h en 11,8 segundos y pasa de 80 a 120 km/h (en cuarta marcha) en 8,8 s, cifras interesantes. Los consumos de combustible también se destacan: en ciudad necesita 10 l/100 km/h y en ruta se ubica en los 6 litros a 100 km/h y 8,7 l a 130 km/h.
La Alaskan es una de las pick ups más cómodas del mercado gracias al mencionado sistema de suspensión. En esta versión además sobresale el perfil alto de los neumáticos, que contribuyen al confort de marcha, aunque también es algo saltarina en lo desparejo.
Cuando salimos a la ruta, la “chata” saca a relucir su buen desempeño dinámico que permite un viaje seguro en línea recta y en curvas. Además, brinda tranquilidad con la presencia de los controles electrónicos de estabilidad y tracción. También se destaca la robustez para transitar por superficies desparejas como los caminos de tierra. Y el gran despeje del suelo que la hace inmune.
Con asistencia insuficiente, la dirección es pesada durante las maniobras a baja velocidad y para estacionar, mientras que los frenos la detuvieron de 100 km/h a cero en 45,4 metros, una distancia mejorable.
La Renault Alaskan Confort cuesta 5.429.900 pesos, un precio acorde al de sus rivales: Chevrolet S10 LS (5.529.900 pesos), Ford Ranger XL (5.675.000), Nissan Frontier S (5.300.000), Toyota Hilux DX (5.267.000) y Volkswagen Amarok Trendline (5.501.000), entre otras. La opción con tracción 4×4 eleva el precio hasta los 6.268.400. La gama además tiene las versiones Emotion, Intens y la “full” Iconic, que cotiza hasta 9.180.000 pesos. La garantía, por su parte, está entre las más amplias del mercado con 5 años o 150.000 kilómetros.
Ficha técnica y equipamiento, acá.
Aceleración 0 a 100 km/h: 11,8 segundos
Recuperación 80-120 km/h: 8,8 segundos
Frenado 100 km/h-0: 45,4 metros
Consumo urbano: 10 l/100 km
Consumo a 100 km/h: 6 l/100 km
Consumo a 130 km/h: 8,7 l/100 km