Probamos la nueva versión con el color negro dominante y el equipamiento más completo de la gama. El motor turbodiésel con 258 caballos brinda prestaciones impresionantes.
Texto y fotos: Gastón Vanini.
Luego de evaluar la Volkswagen Amarok V6 Extreme (prueba), nos subimos a la Black Style basada en la versión más equipada de la gama (todas las opciones) y con la combinación de dos novedades: el motor potenciado y una imagen exclusiva basada.
Como siempre, la pick up mediana es producida en el Centro Industrial Pacheco, desde donde también se abastecen a diversos mercados de exportación. En pocas semanas tendrá compañía, el nuevo Taos (nota).
En este rubro están los cambios principales de la Black Style, que cuenta con una configuración específica que incluye el color negro para la carrocería junto con un sector frontal sin cromados excepto en la parrilla, con apliques más pequeños que en la Extreme.
Las novedades continúan en los laterales, donde se lucen las atractivas -y conocidas- llantas de aleación de 20 pulgadas, también negras, acompañadas por los neumáticos para asfalto y con perfil muy bajo (255/50). El color oscuro se extiende a los estribos ovalados (diferentes que los de Extreme) y al paragolpes trasero. La imagen está bien resuelta y muestra su encanto gracias también al diseño general de la pick up, que todavía se mantiene vigente y continúa gustando. Mérito del equipo de diseño de la marca alemana.
Entre las dimensiones exteriores se destaca principalmente el ancho, con 1,95 metros. Además, posee 5,25 m de longitud, 1,83 de altura y 3,10 de distancia entre ejes.
En la Black Style, el panel de a bordo sumó un aplique negro brillante que lo recorre y que reemplaza al que posee color gris. Los plásticos son todos rígidos con buena calidad al igual que los encastres. No hay ruidos, algo que ya habíamos comprobado en unidades con muchos kilómetros recorridos.
Bien legible, el tablero continúa incluyendo cuatro instrumentos con aguja y una pantalla central con mucha información, mientras que el sistema multimedia tiene navegador satelital y una pantalla táctil rápida y con colores que se combina con teclas físicas, un acierto para no desviar demasiado la vista del camino.
Aplausos para la posición de manejo, con una butaca con regulaciones eléctricas incluida la lumbar (también la del acompañante), muy buena sujeción lateral (con estilo deportivo) y tapizado de cuero Nappa y hasta una extensión del cojín. Impecable. A eso se suma el volante multifunción con cuero, buen tacto, regulación de altura y profundidad y levas de caja. Por su parte, la pedalera de aluminio es otro detalle “sport”.
Como siempre, las plazas traseras se destacan por el espacio, principalmente el ancho, lo que mejora la comodidad del tercer ocupante, mientras que el respaldo es algo recto. Por su parte, la insonorización permite viajar sin molestias.
La caja de carga tiene 2,52 m2 de capacidad, ganchos de sujeción, luz, protector plástico y lona marítima. Otro detalle interesante: el portón es amortiguado, lo que lo hace más liviano. Esta versión de la «chata» puede cargar 867 kilogramos, mientras que la gama soporta hasta más de 1.000 kg.
Ubicada en la cima de la gama y sin grandes faltantes, incluye climatizador automático con doble zona y buen funcionamiento, butacas delanteras con calefacción, levantavidrios eléctricos (4) con un toque y accionamiento centralizado, espejos exteriores plegables eléctricamente, control de velocidad crucero y espejo interior automático.
Todo el equipamiento, en la ficha de abajo.
Es el punto más “flaco” de la Amarok en la actualidad, ya que nunca incorporó los airbags de cortina. Tiene las bolsas frontales y laterales delanteras para cabeza y tórax, junto con controles de estabilidad y de tracción, ABS Off-road, asistencias de arranque y de descenso en pendiente, anclajes Isofix, cámara de estacionamiento trasera, sensores de estacionamiento delanteros y posteriores y luces LED diurnas y de xenón para altas y bajas que ofrecen una buena iluminación. A eso se suma una rueda de auxilio con el mismo conjunto de llanta y neumático.
Tampoco posee asistencias a la conducción, presentes en varios de sus rivales.
Evolucionado con cambios en la electrónica y con una bomba de agua extra, el poderoso motor diésel V6 3.0 con inyección directa de combustible common rail, turbocompresor de geometría variable e intercooler. Ahora entrega 258 caballos de potencia entre 3.250 y 4.500 rpm (antes tenía 224 CV) y 580 Nm de torque entre 1.400 y 3.000 revoluciones (antes, 550 Nm), números con los que supera ampliamente a la competencia. Además, posee cadena de distribución y la función Overboost, con la que suma potencia cuando se presiona a fondo el pedal del acelerador entre los 50 y 120 km/h y hasta los 140 km/h. Permite alcanzar los 272 caballos durante diez segundos; ideal para realizar sobrepasos.
Como siempre, la caja es la automática ZF con convertidor de par y ocho marchas, mientras que la tracción es integral permanente 4Motion con diferencial central Torsen con reparto automático entre los dos ejes.
La dirección tiene asistencia hidráulica, la suspensión posee esquemas convencionales (con eje rígido y elásticos traseros) y los frenos cuentan con cuatro discos, una configuración exclusiva entre las «chatas» medianas.
El V6 no deja de sorprender con su entrega de potencia y torque, lo que se combina con un sonido agradable y contenido y respuestas impresionantes desde bajas revelociones. Se lleva muy bien con la eficaz caja automática ZF, que ofrece cambios veloces -casi imperceptibles-, función Sport (estira los cambios de marchas) y modo manual desde el selector o las levas del volante.
Otra gran aliada de la Amarok es la tracción integral permanente, que brinda un reparto automático entre ambos ejes (en condiciones normales, del 60% a las ruedas traseras y del 40% a las delanteras). A eso se suma el bloqueo mecánico y electrónico (a través de una tecla) del diferencial trasero, características con la que suma capacidad off road.
La dirección, por su parte, brinda sensaciones agradables al conductor junto con una asistencia hidráulica con un buen equilibrio entre la ruta y la ciudad. Sin embargo, la asistencia eléctrica sería bienvenida.
Como siempre, y pese al perfil bajo de los neumáticos, la Amarok se destaca por su buen confort de marcha en la ciudad y los caminos desparejos, como los de tierra, donde además reluce su robustez. A eso se suma el comportamiento dinámico ejemplar en ruta y en curvas. Es un vehículo que propone un manejo placentero que invita a recorrer muchos kilómetros.
No posee reductora, pero cuenta con una primera velocidad con una relación bastante corta con el objetivo de mejorar el funcionamiento en el manejo todo terreno. Para eso también está la función Off-road, que modifica el funcionamiento de la caja, el control de tracción y los frenos (los calibra para terrenos con baja adherencia), además de activar el control de descenso en pendiente. Sin embargo, el control de estabilidad no se puede desconectar y, junto con los neumáticos, limita el comportamiento off road, donde la «chata» se desempeña bien cuando la tarea no es extrema.
Con prestaciones para el asombro, acelera de 0 a 100 km/h en sólo 7,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 210 km/h (dato de fábrica), cifras impensadas para el segmento de pick ups hace unos años.
Los consumos de combustible son de 8,3 l/100 km a 100 km/h y de 11 l/100 km a 130 km/h. En la ciudad gasta 12,5 litros. Son números lógicos para su nivel de potencia y prestaciones.
Por otro lado, los frenos ofrecen un funcionamiento acertado que la detienen de 100 km/h a cero en 39,8 metros, un número bajo para el segmento.
La Volkswagen Amarok V6 Black Style cuesta 5.626.591 pesos (la gama V6 comienza en 4.344.892), lo que la convierte en la pick up mediana más cara del mercado argentino. Se destaca la garantía de 6 años o 150.000 kilómetros, la más extensa de la categoría, donde posee rivales como las Chevrolet S10, Ford Ranger, Mitsubishi L200, Nissan Frontier, Renault Alaskan y Toyota Hilux.
Descargar, acá.
Aceleración 0 a 100 km/h: 7,7 segundos
Velocidad máxima: 210 km/h (dato de fábrica)
Recuperación 80-120 km/h: 5,7 segundos
Consumo urbano: 12,5 l/100 km
Consumo a 100 km/h: 8,3 l/100 km
Consumo a 130 km/h: 11 l/100 km
Frenada 100 km/h-0: 39,8 metros
Atractiva. Lograda imagen exclusiva que se combina con un diseño que todavía está vigente.
Identificación del motor y ópticas con eficientes luces de xenón.
Atractivas llantas de aleación de 20 pulgadas con neumáticos de perfil bajo. Para ruta.
La Amarok muestra su robustez en los caminos de tierra. Brinda placer durante la conducción.
Comportamiento dinámico ejemplar y confort de marcha sobresaliente, pese a los neumáticos con perfil bajo.
La Black Style está basada en la Extreme, que incluye una barra deportiva en la caja de carga.
Lona y tapa de caja con cerradura.
La caja tiene ganchos de sujeción, luz y protección de plástico. El portón posee un sistema que lo hace más liviano.
Rueda de auxilio con el mismo conjunto de llanta y neumático. La suspensión trasera es convencional, con eje rígido y elásticos.
Panel de a bordo con buena calidad de plásticos (rígidos) y encastres.
Volante con doble regulación, cuero, teclas y buen tacto.
Tablero completo y bien legible, con una pantalla central con mucha información.
La pantalla central es rápida y se combina con teclas físicas, que son bienvenidas.
Incluye navegador satelital.
Climatizador automático con dos zonas. Intuitivo y con buen funcionamiento.
Diseño agradable para el selector de la caja, con un funcionamiento para imitar.
Teclas varias: calefacción de butaca, desconexión de control de tracción, bloqueo de diferencial trasero y función Off Road.
Butaca con excelente sujeción lateral y regulaciones eléctricas, incluida la lumbar. Permite hacer muchos kilómetros sin cansancio.
Buen espacio trasero, principalmente el ancho. El respaldo es algo vertical.
El motor V6 turbodiésel sobresale por su funcionamiento, que permite las mejores prestaciones del segmento.