La nueva pick up producida en Brasil sobresale por diseño, manejo y mecánica, que incluye un eficiente motor turbodiésel con 170 CV y 350 Nm. A prueba la opción más accesible.
Texto y fotos: Gastón Vanini.
En Argentina desde junio del año pasado (lanzamiento), la Fiat Toro es una nueva propuesta para el segmento de las pick ups, cada vez más populares en el país. Pertenece al segmento de las Sport Utility Pick-ups (SUP), como la Duster Oroch (prueba) pero con un planteo diferente. Además, comparte plataforma y planta brasileña con los Jeep Compass y Renegade, el cual ya pasó por las manos de AeA (prueba).
La gama está compuesta por dos versiones de equipamiento, ambas con carrocería doble cabina. Son las Freedom, que puede sumar un paquete, y la Volcano, que también tiene opcionales. A eso se le suma una sola alternativa de motor y dos opciones de caja y tracción.
Con este producto, Fiat incorpora una nueva opción de camioneta en el mercado local, donde ya contaba con la Strada para el segmento chico.
Durante el año pasado, la Toro registró 4.750 unidades patentadas y este año ya lleva 8.779 unidades, cifra que le permite ser la quinta pick up más vendida del país.
Probamos la versión Freedom manual 4×2, la más accesible de la gama.
Sin dudas, la estética exterior es un punto a favor de la Toro, que se luce con su silueta equilibrada y su estilo moderno que llama la atención y atrae miradas adonde vaya.
Entre sus claves de diseño, el sector frontal sobresale con el doble conjunto de ópticas y parrilla que le sienta muy bien y le imprime personalidad. Las delgadas luces superiores son diurnas y cuentan con tecnología de LED, mientras que las inferiores son halógenas para altas y bajas.
Con carrocería autoportante, el inédito producto de Fiat también se destaca cuando lo vemos de perfil gracias a los volúmenes equilibrados, una zona vidriada con estilo dinámico y la armónica sociedad con la caja de carga a través de un grueso parante trasero inclinado hacia adelante.
Otra de las zonas que personalmente me gusta mucho es la trasera, donde cuenta con atractivas ópticas con iluminación mediante LED e innova con el doble portón con apertura eléctrica hacia los laterales para el acceso a la caja, práctico para introducir bultos pequeños (se puede abrir sólo una hoja) y no tanto cuando la carga es más voluminosa.
La caja posee 1,33 metros de largo, 1,36 de ancho, 59,1 centímetros de profundidad y un generoso volumen de 820 litros, mientras que la lona marítima protege la carga, aunque permite la filtración de agua y tierra. Además, puede cargar hasta 1.000 kilogramos, la misma capacidad que en una pick up de tamaño mediano, como la Toyota Hilux. Impecable.
Como ya dijimos, la variante Freedom es la más accesible de la gama. Por eso, carece de llantas de aleación (tiene tazas plásticas con llantas de acero de 16 pulgadas) y cuenta con espejos y manijas sin pintura, es decir de color negro. Ideal para el trabajo.
Por el lado de las dimensiones, la chata posee 4,91 metros de largo, 1,84 de ancho, 1,75 de altura y 2,99 de distancia entre ambos ejes, cifras que la ubican encima de la Duster Oroch (4,69) y abajo de la Hilux (5,33).
Si nos referimos a los colores, la carrocería puede estar pintada con los Blanco Ambiente, Rojo Spirit, Gris Melfi, Rojo Tribal, Negro Carbón o Verde Botanic.
En el habitáculo, la Toro vuelve a sorprender gratamente por la buena calidad general de los plásticos (rígidos) y los encastres, además de contar con un diseño atractivo con ciertas piezas compartidas con el Renegade.
Por su parte, el tablero cuenta con dos generosos instrumentos de aguja para velocímetro y cuentavueltas, los cuales ofrecen buena lectura junto al display multifunción de 3,5 pulgadas (en la Volcano es de 7” y con color), donde se encuentran los datos de la completa computadora de a bordo. Además, el velocímetro tiene un excesivo error, de aproximadamente xxx%.
El volante tiene buen grip, comandos integrados (audio, teléfono y control de crucero) y regulación en altura y profundidad, lo que junto a la butaca, cómoda y con regulación en altura, brinda una muy buena posición de manejo.
Esto forma parte del excelente manejo que ofrece el modelo, que en este sentido está más cerca de un auto que de una pick up tradicional. También cuenta con dirección eléctrica, suave en la ciudad y más firme en lo veloz, y un selector de caja que es una delicia, con cambios cortos y precisos y un pomo con forma de bola muy agradable al tacto.
En la parte trasera, la cabina cuenta con buen espacio y comodidad para dos adultos, mientras que la plaza central está limitada sobre todo por el ancho.
Otro punto a favor es la eficiente insonorización del habitáculo, lo que permite viajes confortables con charlas sin interferencias entre los pasajeros de las plazas delanteras y traseras.
Pero no todas son buenas. La visibilidad trasera está limitada principalmente por la generosa altura de la parte posterior del vehículo. Compensa la presencia del sensor de estacionamiento, mientras que la versión full suma una cámara.
Incluye aire acondicionado, dirección con asistencia eléctrica, cuatro levantavidrios con sistema de un toque para bajar y subir, cierre centralizado de puertas a distancia, computadora de a bordo multifunción, espejos eléctricos y rebatibles automáticamente (con luz blanca de LED que apunta hacia el suelo), auxilio del mismo tamaño, control de velocidad crucero, protector de cárter y radio integrada con Bluetooth y entradas auxiliar y USB.
Entre los faltantes figura la luneta térmica, aunque la misma se puede desempañar rápidamente con el climatizador, así como la cámara de marcha atrás, la cual sería muy práctica teniendo en cuenta la limitada visibilidad trasera.
Es otro de los puntos fuertes de la Toro, al menos en lo que respecta a la seguridad activa, rubro en el que posee frenos con sistema ABS con EBD (distribución electrónica) y asistencia de emergencia, control de estabilidad (no se puede desconectar), control de tracción (con desconexión) y ayuda de arranque en pendientes. Además, incluye doble airbag frontal, luces diurnas delanteras de LED, cinco apoyacabezas y cinturones inerciales de tres puntos (delanteros pirotécnicos) y alarma antirrobo volumétrica.
La única opción dentro de la gama de la Toro es el motor turbodiésel 2.0 MultiJet II con cuatro cilindros, 16 válvulas, inyección directa de combustible common rail, turbocompresor de geometría variable e intercooler, el cual entrega 170 caballos cuando gira a 3750 rpm y un torque de 350 Nm (35,7 kgm) cuando lo hace a 1750 vueltas.
Con gasoil grado 3 como combustible recomendado y dentro de la normativa anticontaminación Euro 5, el motor siempre invita a ser acelerado. Porque es silencioso pero tiene ese sonido característico de los diésel modernos. Gracias al generoso torque, entrega buen empuje desde las 1800 rpm hasta la zona más alta del cuentavueltas, generando un amplio margen de utilización y con reacciones contundentes tanto en la ciudad como a la hora de realizar sobrepasos en ruta.
Dicho funcionamiento se combina con una caja manual con seis velocidades, con las primeras relaciones algo cortas y una sexta larga que permite que el motor trabaje a bajas rpm. Por ejemplo, el sexto cambio hace que el motor gire a apenas unas 2800 rpm cuando el vehículo circula a una velocidad de 130 km/h, relación larga que disminuye los consumos de combustible. Además, como ya mencionamos se destaca por el selector.
Si nos referimos a las prestaciones, acelera de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos, una cifra muy buena para una pick up. Además, hace el “0 a 1000 metros” en 33 segundos y cuenta con una velocidad máxima, anunciada por Fiat, de 190 km/h.
Por el lado de los consumos, en el tránsito urbano la Toro necesita apenas 8,7 litros cada 100 kilómetros, mientras que en ruta a 100 km/h se las arregla con 6 litros y a una velocidad de 130 km/h gasta 9,1 l/100 km.
Por su parte, las suspensiones son independientes, con sistema tipo McPherson adelante y Multilink en la parte trasera. Los frenos, en tanto, cuentan con discos ventilados delanteros y tambores traseros, mientras que la dirección posee asistencia eléctrica.
Lo primero que notamos al subirnos a la Toro y comenzar a circular es la facilidad y el placer que ofrece debido a la buena posición de manejo, la generosa asistencia de la dirección eléctrica y el funcionamiento del motor y la suspensión independiente en ambos ejes (McPherson adelante y Multilink atrás). De esta forma, la conducción es más parecida a un SUV que a una pick up.
La suspensión ofrece un buen confort de marcha teniendo en cuenta que se trata de una camioneta que puede cargar una tonelada (como las medianas). A eso se le suma una dirección con asistencia eléctrica que es una delicia, muy liviana en la ciudad y con una mayor dureza en lo veloz.
También cuenta con un generoso despeje que permite sortear lomos y cunetas con tranquilidad, misma función que ejerce el protector del cárter.
Un punto negativo es el acotado diámetro de giro (12,9 metros), lo que no permite doblar de cordón a cordón en ciertas calles y, sumado a la generosa longitud, obliga a maniobrar en demasía.
En lo veloz, la Toro saca a relucir un muy buen comportamiento dinámico. Permite un manejo relajado y seguro en línea recta, además de doblar con reacciones previsibles, bien apoyada y con inclinaciones de carrocería moderadas.
En caminos de tierra y en mal estado, demuestra gran robustez y un chasis monocasco con buena rigidez estructural. Nunca se quejó ante maniobras exigentes. También brinda seguridad gracias a la mencionada dinámica y el buen despeje.
El ESP siempre está activo para cuidarnos, ya que no se puede desconectar e interviene fácilmente. En contrapartida, el control de tracción sí permite la desconexión, fundamental para salir de alguna situación en la que se necesita fuerza.
Con discos delanteros ventilados, tambores traseros y ABS con distribución electrónica y ayuda de emergencia, los frenos la pararon de 100 km/h a cero en 42,1 metros, una cifra discreta pero que está acompañada por una detención sin perder la línea de marcha y un pedal con buen tacto.
La Fiat Toro Freedom manual 4×2, que es la versión evaluada, tiene un precio de 502.400 pesos. La gama también tiene la versión Freedom manual 4×4 a 554.100 y la Volcano automática con nueve marchas y tracción 4×4 a 626.200. Además, posee el Pack Extreme (25.850) para la Freedom 4×4 y el Pack Premium (11.710) para la Volcano.
La familia podría tener más opciones, como un segundo motor (quizá el naftero 1.8 que se ofrece en Brasil) y otras versiones, por ejemplo una Volcano manual o con tracción 4×2. Por su parte, la garantía es de 3 años o 100 mil kilómetros.
Otros modelos del segmento de las pick ups, aunque con marcadas diferencias respecto de la Toro, son las Renault Duster Oroch 2.0 Outsider Plus (391.800 pesos), Chevrolet S10 LS (519.300), Ford Ranger XL (513.300), Toyota Hilux DX (536.900) y Volkswagen Amarok Trendline (536.100), entre otras opciones.
*Diseño exterior/interior
*Motor/caja/prestaciones/consumos
*Equilibrio dinámico/seguridad activa
*Calidad general
*Capacidad de carga
*Diámetro de giro
*Visibilidad posterior
*Error de velocímetro
Ficha técnica y equipamiento, aquí.
Aceleración 0 a 100 km/h: 10,4 segundos
Aceleración 0 a 1000 metros: 33 segundos
Recuperación 80-120 km/h (en sexta): 12,9 segundos
Velocidad máxima: 190 km/h
Frenada 100 km/h-0: 42,1 metros
Consumo urbano: 8,7 l/100 km
Consumo a 100 km/h: 6,0 l/100 km
Consumo a 130 km/h: 9,2 l/100 km
Prueba Fiat Toro Volcano 1.3 Turbo
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Se terminó el problema del filtro de partículas? Porque me gusta más la diesel.